Bajo el capó encontramos un motor V8 biturbo de 4 litros que genera una potencia de 730 CV y un par motor de 800 Nm. A este se conecta una caja de cambios automática de siete velocidades y doble embrague, que ha sido reforzada para que pueda soportar todo este par. Gracias a esto, el AMG GT Black Series es capaz de pasar de 0 a 100 en solo 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h. Para ayudar a pararnos cuando sea necesario, que lo será… tenemos un sistema de frenos carbocerámicos.