En su parte externa puede parecer a simple vista un modelo clásico y sin cambios pero si uno se fija más detalladamente… Para empezar el color elegido es el mismo que incorpora la fachada de la tienda más exitosa de Aimé Leon Dore, situada en el SoHo de Manhattan. El alerón trasero también es un añadido y rinde homenaje al diseño clásico del Carrera RS 2.7, así como las llantas Cup 2, elemento que no montaban los modelos Porsche de los 90.