Lo que verdaderamente importará al cliente de este nuevo deportivo de Maranello serán sus prestaciones. Y lo borda con un tiempo de 2,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (recuerda que toda la potencia se envía en exclusiva a las ruedas traseras), lo mismo que demanda un F8 Tributo. Además, en 7,3 segundos alcanza los 200 km/h, lo que son tres décimas menos que el cavallino rampante del V8 Biturbo.