Audi Sport ha trabajado duro en la aerodinámica de este bólido que lleva ensamblando de forma totalmente artesanal desde el año 2015 en la misma línea de montaje de Böllinger Höffe, de donde también salen el resto de los Audi R8 civilizados. Gracias a infinidad de cambios, ahora se ha incrementado su carga aerodinámica, del mismo modo que han reducido su resistencia al avance. Y por si todo esto no fuera suficiente, se han esmerado para optimizar la refrigeración de todos sus componentes mecánicos, sobre todo, los frenos. En la posición central de este flamante Audi R8 LMS se mantiene su corazón 5.2 V10 FSI, un corazón atmosférico que comparte con sus hermanos de calle y que permanece sin cambio alguno, por lo que se sigue conformando con 585 CV de potencia y 550 Nm de par motor debido a las restricciones impuestas por la FIA en la categoría GT3.