El nuevo Golf R pone tierra de por medio respecto al resto de la gama en tres aspectos fundamentalmente: el motor y las prestaciones, el chasis junto a la tracción total y su imagen deportiva y equipamiento. Comenzamos por el propulsor. Se trata del conocido 2.0 TSI, pero supervitaminado. Desarrolla 320 CV (20 más que la generación anterior) y 420 Nm de par máximo (20 más que antes) disponible entre 2.100 y 5.300 rpm.