A nivel mecánico, los cambios más importantes son los que los ingenieros de Mazda han realizado en el motor Skyactive-G 2.0 del MX-5 con los objetivos de mejorar la respuesta, el rendimiento y la eficiencia. Se han empleado a fondo. Por ejemplo, han reducido el peso y la fricción de muchos elementos. Es el caso de los pistones ya que cada uno ha reducido su masa en 27 gramos. Y las bielas son 41 gramos más ligeras pero más rígidas que las utilizadas hasta ahora. Como resultado de todos estos cambios, el nuevo MX-5 es más rápido, más deportivo y aún más emocionante. La potencia aumenta 24 caballos al pasar de 160 a 184 CV, que el par máximo aumenta de 200 a 205 Nm y que el corte de inyección ya no tiene lugar a las 6.800 rpm sino que la aguja del cuentavueltas se puede estirar sin miedo hasta las 7.500 rpm, rodeados de un sonido y unas prestaciones que quitan el hipo.