Construido en Madrid para todo el mundo, el C4 basa su estrategia en tres ejes principales: el confort, el diseño y la tecnología. El primer eje es pan comido para Citroën porque si de algo sabe la marca francesa es de cuidar a los ocupantes de un automóvil. Y lo hace con tres armas clave en este sentido: una insonorización extraordinaria, unos asientos muy trabajados y una amortiguación especialmente cómoda.