El brutal BMW M5 que aparece en la famosa película ha sido personalizado por la división M Performance con detalles como las tapas de espejo en fibra de carbono o la parrilla de riñón en color negro. Lo que no varía es su motor; al igual que el modelo estándar, está equipado con un propulsor V8 biturbo de 4,4 litros que produce más de 600 caballos y 750 Nm de par máximo. El motor se combina con una transmisión automática de ocho velocidades y el sistema de tracción total, que permite que el deportivo M5 acelere de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcance una velocidad máxima limitada de hasta 305 km/h.