El procedimiento de las curiosas pruebas realizadas por el equipo técnico de Audi se realiza paso por paso: primero se corta una sección de un componente, luego es colocado en un frasco sellado al vacio con un precinto inodoro y por último, se calienta por encima de los 80ºC durante más de dos horas. A partir de ese momento comienza la evaluación y cada uno de los integrantes del equipo abre ligeramente el precinto, huele el frasco y lo vuelve a cerrar. Lo pasa rápidamente a la próxima nariz, para que no haya diferencias de temperatura. Cada probador realiza su evaluación y lo anota en un papel. El resultado es el valor medio aportado por todo el equipo.