El bloque principal es un 4.0 V8 Biturbo, una evolución del galardonado 3.9 V8 Biturbo utilizado por muchos de sus modelos actuales, el cual presume de poder genera la friolera de 780 CV de potencia y 800 Nm de par motor. Entre este corazón y la transmisión de doble embrague y 8 velocidades va colocado otro motor eléctrico, y por su fuera poco, cada una de las ruedas delanteras se mueve gracias a otro motor. Entre los tres proporcionan otros 220 CV, lo que se traduce en un total de 1.000 caballos, más de lo que ofrece un Ferrari LaFerrari, además de que presume de tener tracción a las cuatro ruedas. La adopción de tres motores eléctricos y de un paquete de baterías de iones de litio con 7,9 kWh de capacidad lastran el vehículo (en concreto añaden 270 kilos), pero los ingenieros de Maranello se las han arreglado utilizando de forma masiva fibra de carbono y aleaciones especiales de aluminio para que este SF90 Stradale se quede en unos ajustados 1.570 kilos, lo que son 240 kilos más que lo que pesa un Ferrari F8 Tributo.