Esta nueva generación será radicalmente opuesta a lo que nos tiene acostumbrado la familia Corvette, pues será el primero en 66 años de historia en tener un motor colocado en posición central. También va a lucir un diseño mucho más agresivo y será tecnológicamente muy avanzado, algo que seguro hace que su precio de venta se vea resentido, pues ahora en Estados Unidos tienen la gran suerte de poder adquirir un Corvette Stingray con un corazón 6.2 V8 de 460 CV, desde apenas 55.900 dólares, el equivalente a poco más de 50.000 euros.