El Ford Ranger es uno de los pocos vehículos globales de la marca del óvalo. Aunque tradicionalmente ha habido dos líneas genealógicas diferentes, actualmente hay un único modelo para todos los mercados en los que se comercializa, que son casi todos en los que Ford se encuentra presente. Además, el vehículo se vende también como Volkswagen Amarok, lo que permite amortizar más fácilmente la inversión en el desarrollo de este modelo.
El Ford Ranger original es de origen norteamericano, y su primera generación nació en 1983. Por su parte, el Ford Ranger internacional (y, por consiguiente, europeo) comenzó su andadura en 1998 y se trataba en realidad de una versión del Mazda B2500, desarrollado y producido por AutoAlliance, una empresa conjunta de Ford y Mazda radicada en Tailandia.
En 2012, Ford lanzó una nueva generación del Ranger (P375) internacional/europeo diseñada y desarrollada por el equipo de Ford Australia; un vehículo más robusto y con mayores capacidades todoterreno pensado para satisfacer a los clientes que realmente usaban su pick up en condiciones extremas más que a quienes lo empleaban como herramienta de trabajo.
En 2019, el mercado norteamericano adoptó el Ranger P375, y ahora la nueva generación del modelo (P703), desarrollada igualmente por Ford Australia, se ofrece tanto en EE. UU. como en Europa.
El nuevo Ford Ranger ofrecerá accesorios instalados en fábrica
Ahora, la nueva generación del Ford Ranger da un paso más en su afán por satisfacer las demandas de sus usuarios, ya que Ford ha anunciado la incorporación de un nuevo Centro de personalización de vehículos Ford (VPC) en Tailandia, lo que permitirá que las unidades fabricadas en aquel país salgan de la factoría con los accesorios originales instalados como si se tratara de una opción más.
Esto, que parece una nimiedad, supone una importante diferencia con respecto a la operativa habitual que consiste en adquirir el vehículo por un lado y posteriormente encargar los accesorios al concesionario para que los instale en su taller.
Así, a partir de ahora, los clientes de mercados como el australiano o el neozelandés podrán encargar a sus concesionarios directamente sus Ford Ranger con distintos cierres de la caja de carga instalados en la propia fábrica.
Esto supone una ventaja para el comprador, que puede disfrutar de sus accesorios (montados por personal cualificado en la propia fábrica o en unas instalaciones anexas), desde el momento en que adquiere el vehículo, y representa también una clara ventaja para Ford, que puede aumentar la cifra de venta de estos componentes al ofrecerlos como equipamientos opcionales en lugar de como accesorios.
Más adelante, el servicio se ampliará con nuevos accesorios y se extenderá al Ford Everest, que es la versión todoterreno “familiar” del Ford Ranger y que, desgraciadamente, no se comercializa en Europa.
Por supuesto, los accesorios instalados por el VPC en el Ford Ranger son los mismos accesorios originales disponibles en los concesionarios y están respaldados por la garantía con la que cuentan los vehículos, que en el caso de Ford Australia es de cinco años con kilometraje ilimitado, mientras que en España es de sólo tres años.
El caso del Ford Ranger en Europa
Por el momento, este VPC es un servicio exclusivo para los vehículos Ford fabricados en la mencionada planta tailandesa de AutoAlliance. Pero, como vehículo global, el Ford Ranger se fabrica en diferentes lugares del mundo. De hecho, la actual generación se produce también en Wayne, Michigan (EE. UU.), en Buenos Aires (Argentina), en Hai Duong (Vietnam), en Nanchang (China) y en Silverton (Sudáfrica).
Precisamente, los Ford Ranger que se venden en Europa vienen de esta última planta (al menos hasta que se lance la versión PHEV, que probablemente se fabrique en EE. UU.), donde Ford no ha anunciado, al menos de momento, la puesta en marcha de un centro de montaje de accesorios.
Dicho todo esto, seguramente el mayor o menor éxito de la experiencia del VPC de Tailandia motivará que este nuevo modelo productivo se extienda o no a otras regiones o sea adoptado por otros fabricantes, algo que podría afectar negativamente a la industria auxiliar y, sobre todo, a los talleres especializados en el montaje de este tipo de accesorios pero que podría traer interesantes beneficios para el usuario.
Andrew Birkic, presidente y director ejecutivo de Ford Australia y Nueva Zelanda, explica las ventajas de esta iniciativa: “Nuestros clientes nos dicen: «Quiero un vehículo para hacer de todo: ir al lugar de trabajo, salir de la carretera, llevar a los niños a hacer deporte». Y eso implica que necesiten muchos accesorios para que su vehículo quede como a ellos les gusta.
”El desafío actual para todos los fabricantes de vehículos son los tiempos de espera, por lo que hemos decidido aprovechar el tiempo de inactividad en Tailandia [una vez fabricado el vehículo y antes de que embarque rumbo a destino] para realizar las mejoras, ahorrando en logística y acelerando la entrega en Australia; un punto de inflexión para nuestros clientes”.
