Los diseñadores tienen buena parte de la responsabilidad en el éxito o el fracaso de un modelo, y el trabajo que realizan sigue siendo el factor prioritario en la decisión de compra de la mayoría de los automovilistas. En ese contexto, un estilo original y audaz siempre suele ser favorable, pero ¿qué ocurre cuando se trata de sustituir un superventas?
En tal situación, el fabricante, prisionero de su éxito, es mucho más prudente a la hora de acometer cambios. El caso del Volkswagen Passat es un ejemplo tradicional, pero no por ello los cambios son menores sino al revés: se cambia absolutamente todo, en un ejercicio mucho más difícil que si se partiera de cero.
Objetivo, proporciones espectaculares
Klaus Bischoff, responsable de Diseño de la marca, recuerda el planteamiento que se hicieron en su equipo al acometer la creación del nuevo Passat: «¿Qué debemos hacer para lograr que un best-seller global sea incluso más atractivo visualmente? Y la respuesta fue clara: unas proporciones espectaculares». Ahí empezó todo.
El principal aliado de los diseñadores del Passat para lograr su objetivo iba a ser la nueva arquitectura modular MQB, que les permitiría afinar esas proporciones, tan importantes en cualquier ejercicio de diseño. «El mayor cambio aparece en la identidad del producto, con unas nuevas proporciones al haber alargado la distancia entre ejes y acortado los voladizos, gracias a la nueva posición del motor, más centrada», explica Bischoff.
La siguiente clave en las proporciones afecta a la altura del coche: cuanto menor sea, mayores beneficios estéticos pueden sacarse. «El motor va más inclinado, los asientos se han rebajado y el coche es ahora más bajo desde el capó delantero, que ópticamente tiene menos altura a pesar de cumplir las normas de seguridad para protección de peatones en caso de atropello», matiza el diseñador alemán.
Cabina atrasada
Un coche más bajito, más ancho, y con las 4 ruedas, de mayor diámetro, más cerca de las esquinas ya tiene suficientes argumentos para lograr una estética favorable. Pero aún se podía hacer más aprovechando la arquitectura MQB, tal como relata Bischoff en lo que él denomina 'cab backward design': «Llevamos la cabina hacia atrás todo lo posible, moviendo la posición del parabrisas, alargando así la silueta del Passat».
A partir de aquí, había que vestir esas proporciones, esculpir las formas del Passat. Por ejemplo, la línea de luces lateral, situada entre la línea de carácter a la altura de las manillas de las puertas y entre los marcos inferiores de las ventanas, es todo un ejercicio de estilo: «La interacción de los reflejos de luz y las sombras que se forman realza al máximo la línea de cintura y el paso de rueda posterior. Visualmente, todo ello lleva la parte trasera del coche hacia delante. Además, éste parece más bajo de lo que realmente es». En efecto, la visión lateral es la más bella del nuevo modelo, que parece más largo que el anterior, aunque es 2 mm más corto.
El frontal es claramente estatutario. Enlazado con el anterior Passat y con el Phaeton, el tratamiento del combinado entre el logo VW y las líneas horizontales de la parrilla exalta la anchura y afianza su posicionamiento comercial. «Buscamos dar un salto formal hacia una categoría superior», explica Bischoff. Sin embargo, ese tratamiento de la parrilla bien podría haber mostrado más audacia, menos formalismo del que ha elegido Volkswagen; hubiera sido interesante comprobar el resultado. Las posibilidades son muchas, como bien ha demostrado el equipo de Bischoff en los últimos conceptos de la marca. Por su parte, los faros y el parachoques visualmente ensanchado, le dan un toque de dinamismo, y hasta cierta agresividad.
Una trasera que remarca el diseño escultural
«La vista trasera presenta muchas líneas transversales que remarcan el diseño escultural. Todo ello con una precisión que define nuevas referencias en su clase». Así se refiere Bischoff a la parte posterior, en la que destacan las molduras trapezoidales que enmarcan las salidas de escape de las versiones más potentes.
En definitiva, todo medido al milímetro en busca del objetivo buscado: realzar la presencia del nuevo Passat para que sea percibido como la berlina de alto nivel que es.
Presencia tecnológica
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