Los residuos plásticos suponen un grave problema para el medio ambiente, sobre todo para nuestros mares, y su reciclaje es un gran desafío global. Jaguar Land Rover pone su granito de arena para atajarlo colaborando con un proyecto de BASF que recicla los desechos plásticos y los convierte en un material de primera calidad que podrían utilizar los futuros modelos de la marca.
El proyecto piloto para probar este nuevo material se denomina ChemCycling y ya se ha puesto en marcha. De hecho, se está probando en prototipos de piezas de producción del modelo eléctrico I-Pace -en concreto en el recubrimiento de un soporte frontal- comprobando que estas piezas cumplen con los exigentes estándares de calidad y seguridad que exige el fabricante.
Un nuevo material de alta calidad
Mediante un proceso termoquímico, BASFconvierte los residuos plásticos, que irían a parar a un vertedero o a una incineradora ,en aceite de pirólisis. Después, esta materia prima secundaria se introduce en la cadena de producción de BASF en sustitución de los recursos fósiles, con lo que se consigue un nuevo material prémium con los mismos resultados y alta calidad de los plásticos vírgenes.
Una de las ventajas de este nuevo material consiste en que se puede templar y colorear, por lo que se plantea como una solución no solo sostenible sino también muy idóea para incorporar, por ejemplo, en los salpicaderos y superficies exteriores de los modelos de Jaguar y Land Rover.
Proyectos sostenibles
Este es solo uno de los proyectos en los que se ha involucrado Jaguar Land Rover dentro de su estrategia de futuro denominada 'Destination Zero', en la que la compañía busca llegar a las cero emisiones, cero accidentes y cero atascos. También colabora con Kvadrat en la fabricación de asientos con materiales lujosos y a la vez sostenibles. Por ejemplo, en los asientos de los Range Rover Velar y Evoque ya se ha introducido un material que combina una mezcla de lana y antelina fabricado con 53 botellas de plástico reciclado por cada vehículo.
Además, el fabricante ha alcanzado con antelación en sus operaciones en Reino Unido el objetivo de cero residuos al vertedero que se había marcado para 2020. Esto ha supuesto la retirada de 1,3 millones de m2 de plástico de la cadena de fabricación (equivalente a 187 campos de fútbol) y la sustitución de 14 millones de artículos de plástico de un solo uso que se utilizaban en distintas operaciones de la compañía.
