La compañía de Hiroshima quiere tener los modelos eléctricos más avanzados del mercado. Y para ello Mazda Motor Corporation ha iniciado las pertinentes conversaciones para establecer un acuerdo de colaboración con Panasonic Energy, quien como sabrás, es el fabricante de baterías que está detrás de las avanzadas unidades cilíndricas que emplea también Tesla en sus vehículos.
Este acuerdo de colaboración a medio y largo plazo está dirigido a satisfacer la demanda de baterías para los vehículos eléctricos, donde ahora la casa de Hiroshima no brilla con luz propia, porque recordemos que exclusivamente ofrece su MX-30, un SUV eléctrico compacto que homologa una autonomía media en ciclo WLTP de apenas 200 kilómetros. Si bien, de este modelo se acaba de lanzar una variante R-EV, que suma un particular motor rotativo Wankel para ofrecer una variante de autonomía extendida que ya tienes a la venta desde 38.050 euros, misma que la versión 100% eléctrica.
Las futuras baterías de Mazda se fabricarán en Japón y Estados Unidos
Ambas empresas explican que negociarán un acuerdo mediante el cual Panasonic Energy suministrará a Mazda baterías cilindricas de ion litio para automóvil que fabricará en sus plantas de Japón y Norteamérica (como hemos dicho, las conocidas 4680 de Tesla). Mazda instalará estas baterías en los vehículos eléctricos que tiene previsto lanzar en la segunda mitad de esta década.
«La industria del automóvil avanza rápidamente hacia la electrificación y lidera esta macrotendencia; por ello, colaborar con Mazda supondrá un paso importante para hacer realidad nuestra misión de contribuir a una sociedad capaz de armonizar la realización personal y la sostenibilidad medioambiental», ha indicado el presidente y consejero delegado de Panasonic Energy, Kazou Tadanobu.
Por su parte, el presidente y consejero delegado de Mazda, Masahiro Moro, ha manifiestado que «dentro del marco de las iniciativas de electrificación, Mazda trabaja con una serie de socios en un proceso en tres fases con el que queremos dar una respuesta flexible a los cambios en las tendencias de la reglamentación, las necesidades de los consumidores y otras áreas».