Bentley conmemora este año tres aniversarios fundamentales en su legado con la creación de tres ediciones únicas del Flying Spur 2025. Cada una de ellas rinde homenaje a un modelo que marcó un antes y un después en la historia de las berlinas de lujo de la marca: el T Series de 1965, el Turbo R de 1985 y el Continental Flying Spur de 2005.
Bajo la dirección de Mulliner, la división de personalización de Bentley, estos tres Flying Spur reinterpretan el espíritu, el color y los materiales de sus antecesores aunque, eso sí, con una mirada moderna. Es la forma en la que la marca británica refleja seis décadas de evolución en diseño, ingeniería y lujo.
1965 Bentley T Series: el comienzo de una nueva era
El T Series inauguró una etapa decisiva en la historia de Bentley al ser el primer modelo con carrocería monocasco, una construcción que sustituía la tradicional estructura con chasis independiente. Diseñado por John Blatchley, combinaba proporciones más compactas con un interior más espacioso y refinado. Su motor V8 de 6.2 litros entregaba 202 CV y alcanzaba los 180 km/h, cifras notables para su época.
Para rendirle tributo, el Flying Spur Azure 2025 ha sido dotado de un tono Shell Grey reinterpretado a partir del original de 1965 y cuenta con unas llantas de 22 pulgadas con acabado a juego. En su interior destaca el cuero azul grisáceo y las molduras de Burr Walnut recrean la elegancia del T Series. Eso sí, ahora van acompañadas por lo último en confort y tecnología: asientos con función masaje, sistema de sonido Naim for Bentley y la característica pantalla que se esconde.
1985 Turbo R: el renacer de la deportividad
El Turbo R fue el modelo que devolvió a Bentley su espíritu más dinámico. Con un turbo Garrett y un motor V8 de 6 litros que alcanzaba los 298 CV, ofrecía prestaciones propias de un superdeportivo junto a una conducción más firme y precisa. Su éxito fue rotundo: más de 4.000 unidades vendidas y una lista de espera de nueve meses para poder acceder a él.
El homenaje llega en forma del Flying Spur Speed 2025, que combina un sistema de propulsión híbrido enchufable de 782 CV con hasta 76 km de autonomía eléctrica. Su estética recuerda al Turbo R original gracias al color Brooklands Green con línea de contraste en Monaco Yellow, mientras que el interior fusiona lujo artesanal y algunos guiños clásicos, como el tapizado en tonos Linen y Cumbrian Green y los sutiles detalles en amarillo que evocan la carrocería del modelo de 1985.
2005 Continental Flying Spur: el primer Bentley de más de 320 km/h
El regreso del Flying Spur en 2005 marcó otro capítulo clave. Con su motor W12 de 6.0 litros y tracción total, fue la primera berlina de la marca capaz de superar las 200 mph (321 km/h) y el primer cuatro puertas de la era Volkswagen. El ejemplar número uno de producción -acabado en Cypress Green- forma parte de la colección histórica de Bentley.
Su reinterpretación moderna llega de la mano del Flying Spur Speed by Mulliner, pintado en el mismo tono verde ciprés y con una línea en cuero Saddle que recorre el kit aerodinámico de fibra de carbono. En el interior, Mulliner combina el cuero verde especial con inserciones en madera Burr Walnut y detalles en Cypress Green, uniendo tradición y modernidad en un habitáculo que refleja la maestría artesanal de la firma de Crewe.
Los tres modelos originales pertenecen a la Bentley Heritage Collection, compuesta por 50 vehículos en perfecto estado de funcionamiento que la marca conserva en su sede de Crewe. Con esta triple celebración, Bentley no solo rinde homenaje a su pasado, sino que reafirma su visión de futuro: un lujo sostenible, hecho a medida y profundamente británico.
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Fotos: Bentley
