Tienes toda la razón pero como se suele decir, las cosas de palacio van despacio. Ya en 1998 tuvimos ocasión de conducir un vehículo propulsado por pila de combustible de la firma Toyota, marca que asegura que en 2015 ya tendrá preparado un sedán de cuatro puertas con esta tecnología, el Toyota FCV para su comercialización en Japón y Estados Unidos.
Honda ya dispone desde 2008 de un FCX Clarity vendiéndose en esos dos países y durante la última edición del Salón de Los Angeles, a finales del pasado año, Hyundai mostró un IX35 impulsado con esta tecnología, que precisamente ahora ofrece como experiencia piloto en varias ciudades norteamericanas, y modelo con el que anuncia una autonomía superior a los 500 kilómetros.
Y no son los únicos fabricantes que afrontan ya la recta final para introducir modelos impulsados por pila de combustible. El mayor problema, como ocurre con los puntos de recarga de los vehículos eléctricos, es conseguir una infraestructura de 'hidrogeneras' que hagan viable el proyecto en masa.
Además de un complicado proceso químico, la seguridad ha sido el talón de Aquiles, ya que almacenar hidrógeno a alta presión en los tanques podía convertir a los automóviles en auténticas bombas rodantes. Sin embargo, los avances registrados en materia de seguridad ya los hacen viables para circular por la calle.
Respecto a si el vehículo tiene que ser eléctrico o térmico, comentarte que la pila de combustible lo que hace es mezclar el hidrógeno con el oxígeno y mediante un proceso químico generar electricidad, que se aprovecha para alimentar el motor eléctrico, mientras que por el escape se emite vapor de agua. Emisiones cero, por lo tanto.
Pero es cierto que el hidrógeno también se ha utilizado como combustible en motores térmicos. Se mantiene la estructura del propulsor alimentado por gasolina (cilindros, pistones, bielas, bujías, inyectores…), pero sí que es necesario modificar y reforzar algunos componentes debido a que el rendimiento es muy superior, en torno a un 30 por ciento más que si utilizamos gasolina. Además, el propulsor puede estar preparado para utilizar hidrógeno o gasolina indistintamente. En este caso el vehículo tendría dos depósitos de combustible, uno para cada elemento.
Comentarte finalmente que cuando en alguna ocasión se ha mencionado un motor de agua, realmente aunque es ese el elemento que se almacena, realmente lo que hace mover al vehículo es el hidrógeno. Este se obtiene tras un proceso químico que lo separa del oxígeno (H2O), pero se requiere una gran cantidad de energía para llevarse a cabo.
En definitiva, como puedes ver, no parece que esté demasiado lejos la utilización en masa del hidrógeno como fuente alternativa.
