2025 es un año vital en los nuevos planes de expansión de Fiat. La marca italiana resurge con fuerza y se quiere convertir en una clara alternativa a los modelos de Dacia, con una gama de productos honesta, original y accesible para el bolsillo. Para ello es fundamental el nuevo Fiat Grande Panda Hybrid, vehículo que ahora hemos tenido ocasión de probar y que llega al mercado estos días con un atractivo precio de 16.150 euros si nos acogemos a la financiación con la marca.

El Fiat Grande Panda ya está disponible con una variante eléctrica de 113 CV. Ahora se añade está equilibrada versión híbrida ligera de 48V con 110 CV, y a finales de año se lanzará otra sin hibridar con 100 CV y cambio manual que servirá como punto de partida en cuanto a precio. La cosa no se quedará ahí porque ya hemos visto fielmente cómo será el Grande Panda 4×4, que añade un motor eléctrico al eje trasero para convertirse en una atractiva alternativa off road.
Fiat y lo que llega…
Los lanzamientos también salpican al Fiat 500 que, una vez vista la realidad del mercado eléctrico en algunos mercados europeos, también dispondrá en los próximos meses de versiones térmicas con o sin hibridación ligera. Y no faltarán alternativas como un Grande Panda de corte SUV con siete plazas, un SUV coupé de perfil todocamino y una especie de renacimiento del que sería una Multipla moderna.
Vamos a lo que hemos tenido en nuestras manos. Hace días adelantamos información del nuevo Fiat Grande Hybrid (aquí el enlace). Ahora hemos completado una intensa jornada al volante de esta versión, que no se sale de guión establecido con otros modelos similares dentro del Grupo Stallentis, como el Opel Corsa, el Peugeot 208 o el Citroën C3. Precisamente con este último es con el que más coincidencias registra, incluida la plataforma y un precio que los convierte en dos de las opciones más baratas del mercado.

Mecánica del Fiat Grande Panda Hybrid
El Fiat Grande Panda Hybrid recurre al conocido bloque de gasolina de 1.2 tricilíndrico y a un generador eléctrico que rinde 29 CV. Las nuevas normativas en materia de emisiones han provocado que la potencia oficial ahora sea de 110 CV, pero el rendimiento es el mismo que cuando se anunciaban 100 CV. Ahora se tiene en cuenta el aporte eléctrico para la homologación. Por supuesto, la etiqueta medioambiental es la ECO.
El cambio es automático con doble embrague de seis velocidades. Su funcionamiento es muy correcto. No es excesivamente rápido, pero sí agradable en su funcionamiento. El aporte eléctrico es mayor que en muchos de sus rivales mild hybrid. Eso, y una batería de 0,876 kWh de capacidad (0,43 útiles), le permite impulsarse de manera exclusivamente eléctrica durante cortos periodos de tiempo, y siempre a velocidades muy reducidas.

En cualquier caso nos da para iniciar la marcha de una manera refinada, aparcar o acceder a un garaje durante unos instantes sin el aporte del bloque térmico. De todas formas esa no es su principal función, y sí la de contribuir a reducir el consumo, sobre todo en un uso exclusivamente urbano.
Consumo durante la prueba
En un recorrido por carreteras a las afueras de Turín, atravesando múltiples poblaciones y con algo de autopista, el consumo medio registrado fue de 5,7 litros (homologa 5,1 cada 100 kilómetros). Lógicamente esa cifra se puede rebajar drásticamente en ciudad, donde se pueden firmar cerca de un 50 por ciento de conducción exclusivamente eléctrica, aunque considera como cero emisiones también las paradas.

El rendimiento del motor está acorde a su potencial. Alcanza los 160 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos, números que sin ser precisamente de vértigo, sí que gestionan con cierta solvencia los 1.240 kilos de peso y 3.999 milímetros de longitud. La dinámica nos ha parecido equilibrada en términos generales, quizás algo menos confortable que la del C3. Menos nos ha gustado el tacto del pedal del freno, al que le cuesta encontrar esa progresividad entre la frenada regenerativa y el paso a la frenada mecánica.
Interior del Fiat Grande Panda Hybrid
Sin llegar a los cuatro metros el Fiat Grande Panda Hybrid ofrece un interior que resulta sumamente original. Los materiales empleados son modestos y algunos ajustes mejorables, aunque hay guiños como la terminación en bambú de la guantera superior del lado del acompañante. En esa zona el airbag se ubica en el techo.
Si lo comparamos con el mencionado Citroën C3, la presentación del salpicadero es más original y desenfadada. La doble pantalla, de 10 pulgadas para el cuadro de mandos y de 10,25 para la pantalla táctil, goza de una resolución sin grandes alardes y cuenta con numerosos huecos para dejar objetos. Al volante nos sentamos en una posición algo más elevada que muchos de sus rivales, y nos gusta que la climatización se gestione desde mandos físicos fuera de la pantalla porque resulta todo más rápido e intuitivo.

En las plazas traseras tampoco hay cambios de guión en cuanto a calidad percibida o detalles como unas salidas de aire específicas. Presenta cinco plazas, pero detrás tres irán muy justas en cota de anchura y algo más holgadas en espacio para las piernas o de cabeza hasta el techo.
Maletero y precio del Fiat Grande Panda Hybrid
Mejor le van las cosas en cuanto a capacidad del maletero. El Fiat Grande Panda Hybrid ofrece un volumen de 412 litros, una cantidad en la media alta del segmento y 62 litros más que la versión eléctrica.
El nuevo Fiat Grande Panda Hybrid se comercializa con tres niveles de acabado, Pop, Icon y La Prima, a un precio que parte desde 19.350 euros, aunque con descuentos y la financiación con la marca italiana se queda en unos atractivos 16.150 euros. Ya está a la venta.