El nuevo Audi A5 (B10) se lanzó hace escasos meses para reemplazar a la anterior generación del A4. Entró en producción en Neckarsulm (Alemania) en agosto de 2024, y se fabrica sobre la nueva plataforma PPC (Premium Platform Combustion), hermanada con la plataforma PPE, sobre la que se articulan los modelos eléctricos de gama alta del grupo Volkswagen.
La gama inicial se componía de versiones de gasolina (etiqueta medioambiental C) de 150 y 204 CV, diésel mild hybrid de 204 CV (etiqueta Eco) y el S5 como tope de gama, con motor de gasolina mild hybrid, 367 CV y etiqueta Eco. Ahora, en una segunda fase de lanzamiento, el Audi A5 ha incorporado las variantes de etiqueta Cero, que son las que vamos a probar brevemente mientras nos desplazamos de Múnich a Ingolstadt.
Así son los Audi A5 e-hybrid quattro
De entrada, hay dos versiones (220 kw o 270 kW), que se combinan, además, con las dos carrocerías disponibles: la berlina de tres volúmenes, sin nombre genérico, y el familiar de dos volúmenes o Avant. Ambas se ofrecen exclusivamente con tracción total y adoptan la denominación e-hybrid, abandonando el apellido TFSIe, empleado hasta ahora por los modelos híbridos enchufables de Audi.
Esta nueva modificación en el constantemente evolutivo nomenclátor de Audi se explica, según los propios responsables de la firma, porque la parte eléctrica tiene mucho más peso del que tenía hasta ahora en los PHEV de Audi. Y es que, con una batería de 25,9 kWh brutos (20,9 kWh netos), el nuevo Audi A5 e-hybrid quattro homologa una autonomía puramente eléctrica de 108 kilómetros.
Durante nuestra toma de contacto, circulando al ritmo del tráfico en un recorrido que combinaba carretera y autopista con algo de conducción urbana, la autonomía eléctrica rondó los 90 kilómetros reales, lo que permitiría a la inmensa mayoría de usuarios moverse exclusivamente con energía eléctrica en sus desplazamientos cotidianos, sin miedo a quedarse inmovilizados al drenar por completo la batería.
Dos versiones para el Audi A5 e-hybrid quattro
El nuevo Audi A5 e-hybrid quattro está disponible con dos niveles de potencia: 220 kW (299 CV) y 270 kW (367 CV). Ambos están propulsados por un motor 2.0 de gasolina y alta compresión (12,5:1) alimentado por inyección directa y sobrealimentado por turbocompresor (TFSI) que desarrolla 185 kW (252 CV), complementado por un motor eléctrico que entrega un máximo de 105 kW (143 CV). La diferencia de 68 CV entre las dos versiones del sistema se debe, fundamentalmente, a una diferente gestión electrónica, ya que el hardware es esencialmente idéntico.
En ambos casos, el motor eléctrico (síncrono, de imanes permanentes) está integrado en la carcasa de la caja de cambios (automática, de siete velocidades), gestionado por un inversor de nuevo desarrollo, mucho más compacto y eficiente. El par motor máximo desarrollado por el sistema híbrido es de 450 Nm para la versión de 220 kW y de 500 Nm para la variante de 270 kW, par máximo que está disponible de forma constante desde el régimen de ralentí del motor TFSI.
Así, las versiones más potentes del Audi A5 e-hybrid aceleran de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos, mientras que las de 299 CV emplean ocho décimas más en lograr el mismo ejercicio. En ambos casos, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h; datos todos ellos aplicables tanto a las versiones de carrocería berlina como a las de dos volúmenes.
Otro aspecto destacable del Audi A5 e-hybrid quattro es su mayor velocidad de carga. La potencia máxima de carga en corriente alterna ha aumentado de 7,4 kW (corriente bifásica, habitual en viviendas) hasta 11 kW (con corriente trifásica, habitual en instalaciones industriales). Esto permite recargar la batería completamente en dos horas y media. Audi también ha mejorado el rendimiento de la frenada regenerativa, cuya intensidad puede ajustarse utilizando las levas situadas tras el volante.
Así va el Audi A5 e-hybrid quattro
En la práctica, la frenada regenerativa está bien integrada, y el vehículo se conduce como cualquier otro TFSI. Además, si programamos la ruta en el navegador y su recorrido excede el de la autonomía del sistema eléctrico, el Audi A5 e-hybrid elegirá el modo de conducción más adecuado en cada parte de recorrido para sacar el máximo partido posible de la energía disponible, reservando, por ejemplo, parte de la carga de la batería si nuestra ruta acaba en una zona urbana.
Buen aplomo, una dirección precisa, excelente aislamiento acústico, plazas delanteras cómodas y un afinado sistema de climatización hacen que los kilómetros pasen sin que apenas nos demos cuenta. Sí es cierto que nos cuesta un poco más acostumbrarnos al nuevo panel táctil de la puerta que agrupa el reglaje de los espejos retrovisores, el cierre centralizado, el conmutador de las luces y el bloqueo infantil, obligándonos a emplear el sentido de la vista donde antes nos apañábamos sólo con el del tacto.
Pero si la ergonomía del conductor tiene algunos aspectos a mejorar, lo cierto es que la del acompañante mejora notablemente con la nueva pantalla que tiene frente a él y que le permite manipular el navegador, el equipo de audio o los servicios conectados para liberar al conductor de esas funciones.
El precio del Audi A5 e-hybrid quattro con 220 kW parte desde 65.170 euros en España, mientras que el A5 Avant e-hybrid quattro arranca en los 67.350 euros. Con el sistema de propulsión de 270 kW y mayor equipamiento de serie, el A5 hybrid quattro tiene un precio inicial de 76.770 euros, mientras que la versión Avant más potente parte de los 78.950 euros.
