Se terminó el verano y, con su final, llega el momento de despedirnos del Peugeot 408 PHEV que nos ha acompañado durante el último mes. Un modelo, sin duda, diferente; no en vano, es el primero de su clase, tanto en la historia de la marca como en el mercado del automóvil.
En nuestro caso hemos elegido la versión híbrida enchufable PHEV (Plug in Hybrid Electric Vehicle) de 225 CV con el objetivo de demostrar las ventajas de este tipo de tecnología permite un uso diario cero emisiones y la tranquilidad de poder hacer desplazamientos más largos sin tener que estar pendiente de los puntos de carga.
Ya hemos contando gran parte de nuestra experiencia en anteriores capítulos (primera parte y segunda parte), pero aún quedan cosas por contar de esta prueba del 408 PHEV.
Peugeot 408 PHEV: qué pasa si lo uso sin recargar la batería
Como hemos insistido en las entregas previas, el secreto de la eficiencia de un PHEV radica en aprovechar al máximo la parte eléctrica, es decir, iniciar el recorrido, sea el que sea, con la batería cargada. En el caso del Peugeot 408 PHEV es posible lograr una autonomía de hasta 63 kilómetros en ciclo combinado, que pueden ser más si únicamente se realiza conducción urbana. En nuestro caso, hemos recorrido un mínimo de 50 kilómetros en conducción mixta en todas las ocasiones.
Ahora bien, ¿qué sucede si no recargo la batería? En primer lugar, cabe reseñar que el sistema siempre guarda un mínimo de energía para usarla en caso de máxima exigencia, disponiendo de ese modo de los 225 CV. En cualquier caso, en caso de agotarla, seguiríamos contando un motor de gasolina 1.6 turbo de 180 CV.
Para ver cuál es el resultado, realizamos un recorrido de unos 170 kilómetros por carreteras nacionales y autovía. Lo iniciamos con la autonomía eléctrica a cero y con la intención de realizar una conducción normal, exigiendo al coche en caso de ser necesario. Al tratarse del mes de agosto y encontrarnos en el centro de la Península, el climatizador está activado a 23 grados y viajamos dos personas a bordo con sólo un par de mochilas como equipaje.
En estas condiciones obtuvimos un consumo de 6,8 litros cada 100 kilómetros. Bien es cierto que hubo tráfico intenso, incluso con alguna retención importante, de modo que la media de velocidad fue inferior a la esperada y eso favoreció que el 408 PHEV se moviese con energía eléctrica durante algunos cientos de metros. En cualquier caso, en pruebas posteriores, el consumo con la autonomía eléctrica a cero nunca superó los 7 litros cada 100 kilómetros, lo que habla muy bien de la eficiencia del motor 1.6 turbo.
Recarga en cargadores públicos, ¿compensa?
Hay una opción para sacar partido de la energía eléctrica incluso en viajes largos, ya que el 408 PHEV se puede cargar en puntos de recarga públicos. No obstante, esta opción solo compensará en caso de paradas muy prolongadas, pues admite una potencia máxima de 7,4 kWh. De esta manera, el tiempo de recarga de 0 a 100 % es de aproximadamente 2 horas.
De este modo, se puede aprovechar por ejemplo un alto en el camino para comer y en una hora podemos obtener energía para recorrer unos 25 o 30 kilómetros, o bien guardar dicha energía para usarla más adelante, gracias al modo e-SAVE.
El modo e-SAVE permite reservar una autonomía predefinida (10 kilómetros, 20 km o el máximo) para usarla más adelante. Asimismo, puede alcanzar esa cifra usando el motor de combustión como generador de electricidad mientras circula. No obstante, hay que tener en cuenta que mientras está en funcionamiento, el consumo aumenta de manera significativa; hemos medido cifras en torno a 10,5 litros cada 100 kilómetros realizando una conducción sosegada. Por ello, sólo es recomendable en caso de necesidad imperiosa de contar con energía acumulada en la batería.
Así es vivir con un híbrido enchufable: conclusión
En total, hemos pasado más de un mes utilizando el Peugeot 408 GT Plug-in Hybrid 225 e-EAT8 como coche de diario, realizando desplazamientos de fin de semana e incluso algún viaje de mayor envergadura. Y, cómo no, las pertinentes pruebas de consumo. En total han sido 2.867 kilómetros a una velocidad media de 59 km/h.
¿Y el consumo? Pues con este uso tan variado, haciendo uso de la energía eléctrica siempre que ha sido posible, y probando el modo s-SAVE para cargar por completo la batería, el ordenador ha registrado una cifra de 3,2 litros cada 100 kilómetros de gasolina. Un dato excelente prácticamente imposible de lograr con cualquier vehículo dotado con motor de combustión, mientras que respecto a un 100 % eléctrico permite viajar sin preocuparse de la autonomía.
