Quizá los más jóvenes del lugar no lo recuerden, pero hace apenas una década nadie sabía que carajos era un híbrido enchufable. Había híbridos, como el Toyota Prius, y los eléctricos empezaban a aflorar, con el Nissan Leaf a la cabeza. Pero eso de un coche con motor de combustión que, además, se enchufaba, sonaba casi a ciencia-ficción.
La responsable de popularizar las siglas PHEV (Plug-in Hybrid Vehicle) no fue otra que Mitsubishi, con la tercera generación del Outlander. Aquel modelo supuso toda una revolución y, en el caso de España, las ventas le acompañaron; y eso que aún no había entrado en vigor el sistema de etiquetado de vehículos.
En resumen, el Mitusbishi Outlander PHEV permitía circular unos cuantos kilómetros en modo eléctrico, para muchos suficiente para cubrir sus necesidades diarias pero sin el agobio de tener que cargar a la hora de hacer un viaje largo. Este Outlander pasó por diversas actualizaciones estéticas y mecánicas, hasta que a principios de 2022 dejó de comercializarse.

Este Mitsubishi Outlander PHEV es todo un veterano bien conservado
Se da la circunstancia que para aquel entonces, ya existía una nueva generación del Outlander, que es esta que os traemos. Pero la situación de la marca japonesa en Europa era un tanto inestable, hasta el punto de que prácticamente se dio por hecho que cesaría sus actividades. No obstante, resurgió cual Ave Fénix y, con cierto retraso, ya está disponible la cuarta generación del Outlander.
Lo cierto es que estéticamente no se nota en absoluto que estemos ante un ‘veterano’. De hecho, lo que llama la atención, sobre todo a los que conocían los anteriores modelos, es su tamaño. Sobre el papel no es excesivamente grande (4,72 metros de longitud), pero tanto por fuera como una vez al volante la sensación es distinta. Bien es cierto que tanto su anchura (1,86 metros) como su altura (casi 1,75 m) sí pueden calificarse de generosas. Una voluptuosidad que se ve acrecentada por las llamativas llantas de 20 pulgadas que equipa esta versión Kaiteki, la más interesante de la gama en cuanto a relación precio-equipamiento.
En la parte mecánica, el Outlander sólo viene a España con una mecánica híbrida enchufable (en otros países hay algo más de variedad) que desarrolla 306 CV al combinar un motor de gasolina 2.4 con varias máquinas eléctricas. Es una cifra muy acorde a la competencia que, por cierto, es numerosa y no para de crecer, sobre todo por modelos procedentes de China. No obstante, su principal rivales es, sin duda, el Toyota RAV4 PHEV, todo un referente en el segmento que, además, tendrá nueva generación en unos meses. y, en la actual, le empata en potencia.

La mayor cualidad del Outlander está en su funcionamiento, extremadamente suave, ya está propulsado por electricidad o por gasolina. La autonomía en modo eléctrico no es grande en los estándares actuales, pues difícilmente llega a los 80 kilómetros en ciclo combinado, pero es que como ya hemos dicho, fue concebido hace cuatro años, y en ese tiene la tecnología ha evolucionado una barbaridad.
Otro aspecto en el que se le nota la veteranía, así como su origen japonés, es en la recarga. Por un lado, en corriente alterna sólo admite hasta 3,6 kW de carga, lo que implica que todo lo que no sea dejarlo enchufado mientras dormimos o trabajamos, es una pérdida de tiempo. No obstante, hay una segunda opción, pues también admite carga rápida… aunque a través de un conector Chademo, un estándar habitual en Japón pero muy en desuso en Europa. Existen adaptadores a CCS2, pero son caros y bastante aparatosos. Si dispones de esta opción, la potencia admitida es de 50 kW.
El consumo no es especialmente alto ni bajo, aunque el sistema tiene tendencia a utilizar siempre la electricidad en primer lugar, lo que en algunas circunstancia no es la mejor opción. En teoría el conductor puede selecciona cómo quiere que funcione el sistema, pero en la realidad no siempre cumple con sus deseos. Existe un modo, denominado Charge, en la que parte de la energía procedente del motor térmico se convierte en electricidad y se almacena en la batería, pero no es aconsejable abusar de él porque eleva significativamente el consumo.
Dicho esto, el Mitsubishi Outlander PHEV es un coche recomendable para quien busque un SUV bien acabado, amplio y confortable para usar en el día a día y tenga cargador en casa o en el lugar de trabajo. En cuanto al precio, en el caso de esta versión Kaiteki es de 48.900 euros incluida campaña, que se pueden reducir en hasta 5.000 euros gracias al Plan Moves III.
Galería de imágenes del Mitsubishi Outlander PHEV Kaiteki
Fotos: Motor 16




















