Todavía me acuerdo de la cara de sorpresa que puso en octubre de 2004 nuestro extraordinario mecánico Ángel Robledo cuando desmontó el motor del Hyundai Getz 1.5 CRDi después de que el equipo de pruebas de esta revista se lo dejara en el taller con 50.000 kilómetros a sus espaldas. Recuerdo verlo subir del taller a la redacción con cara de sorpresa y también recuerdo oírle decir todavía sorprendido: «este motor es como un reloj suizo, pocos motores han salido como éste tras una prueba así». Y era un modesto propulsor de 3 cilindros en un coche también de una categoría modesta y en unos tiempos -hace nada menos que 11 años- en los que Hyundai todavía estaba afinando en calidad de materiales y precisión de acabado. El motor estaba mejor que a estrenar y el resto del coche salió tan bien parado que nuestro querido Ángel se lo compró a la marca.
Ya en 2015, el nuevo Tucson es la demostración palpable de que Hyundai ha ido progresando hasta llegar a unos niveles de calidad muy elevados, al menos calidad percibida. ¿Pero se mantendrá esa calidad con el paso de los kilómetros? Aguantará el Tucson una prueba de fiabilidad sometido a una conducción intensiva por un grupo de probadores con diferentes formas de conducir, de cambiar, de aprovechar el par del motor…?
Vamos a saberlo, porque vamos a conducir sin parar día tras día por autovías, autopistas, carreteras de segundo orden y ciudades de nuestra orografía hasta que en el cuentakilómetros marque la cifra de 25.000. Vamos, los kilómetros que tardaría un año y pico en recorrer un conductor de los que se mueven lo normal. Un recorrido con el Hyundai Tucson que nos ha llevado a recorrer gran parte de la geografía española.
Mediciones de prueba
Y como siempre en este tipo de pruebas, comenzamos tomándole las medidas a un todocamino que de entrada convence con un diseño contundente gracias a un frontal de gran personalidad. Pasamos la correspondiente ITV voluntaria, desafiamos al banco de potencia de Bosch para que nos confiese la potencia real de nuestro protagonista -que son exactamente 138,6 caballos- y sometemos al Tucson a nuestro implacable centro de mediciones que correvit en mano se recorre el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) midiendo prestaciones, consumos, frenada, sonómetro…
También participa en una sesión fotográfica una vez rotulado. Y limpio y aseado comienza su periplo. Como aperitivo y con un objetivo inicial de 500 kilómetros día, el Tucson CRDi de 136 caballos se acerca a El Escorial, a Segovia, a Ávila, a Salamanca y también recorre la sierra madrileña. Ampliando algo más las rutas, el niño mimado de Hyundai se va a Zaragoza y antes de que tenga tiempo de descansar baja hasta el Mar Menor. Después el Tucson surca la A6 camino de las Rías Altas hacia donde arrastra el buen tiempo casi rozando el mes de octubre, toda una suerte.
Muy silencioso en marcha
Los kilómetros en el nuevo Tucson pasan casi sin darse cuenta porque a tenor de las declaraciones de los primeros probadores «lo mejor del coche es que es muy silencioso y transmite seguridad porque notas un aplomo sensacional». En efecto, a 120 km/h el sonómetro nos ha marcado 69,6 decibelios, uno de los mejores datos del segmento. Otro conductor comenta: «el interior es muy cómodo y al coche se le nota muy ágil porque a pesar de su tamaño gira en poco espacio». De momento, el único comentario medio negativo llega de un probador que tuvo problemas con el navegador porque durante unos momentos dejó de coger señal y se quedó colgado. Sin embargo puede que este problema haya que atribuírselo a la mala recepción de satélites en dicha zona.
Nuestro Tucson de pruebas es tracción delantera porque así lo pedimos. Y no fue un capricho ya que el mayor porcentaje de compradores se inclina por ese tipo de tracción. El ahorro de esta ausencia se centra en el peso y en el coste total del coche valorado en un ahorro de 2.100 euros, un dinero que se puede invertir en cuatro buenos neumáticos de invierno (que se pueden utilizar o no todo el año) y en unos faros Full Led o en un techo solar como el que lleva nuestra unidad de pruebas, que quizá sea uno de los techos corredizos con el paraviento más eficaz de cuantos hemos probado.
Amplio y ahorrador
El interior del Tucson es muy espacioso y también bastante práctico. Por ejemplo, tiene un maletero de casi 500 litros y además lleva de serie una rueda de repuesto de tamaño normal bajo el plano de carga, un extra de peso pero una tranquilidad en caso de pinchazo. Los respaldos traseros se abaten en varias posiciones y los huecos, muy espaciosos y aprovechables, abundan diseminados por el habitáculo.
El consumo en autovía cumpliendo a rajatabla las limitaciones, es de 6,0 l/100 km, un dato magnífico que aumenta en un litro si la aguja del velocímetro no baja de los 145 km/h en caso de circular por ejemplo por Alemania. Pero esto no ha hecho más que empezar. Pronto tendremos más datos sobre este maratón.