No pretendas que el Dacia Spring te conquiste por cosas superfluas porque este utilitario eléctrico te ofrece estrictamente lo justo y necesario para moverse como nadie por la ciudad y sus alrededores. Y cuando compruebes su precio final lo entenderás rápido. Por eso se ha convertido en un gran triunfador.
Pequeño, pero aparente, y con una fuerte personalidad, el Dacia Spring es el vehículo eléctrico más accesible del mercado sencillamente porque ofrece lo justo y necesario, sin ocultar su condición ‘low cost’ en aspectos como la calidad o el equipamiento. Este utilitario de la marca rumana no necesita más.
Y aquí la pregunta es: ¿se necesita algo más para un vehículo de ámbito urbano, un segundo coche en casa que realmente luego es el que más utilizaremos a diario? Pues depende del umbral de exigencia de cada uno. Cierto que para moverse por la ciudad con el Dacia Spring (3,73 metros de largo) nos valen sus cuatro plazas y escasos detalles en cuanto a confort o lujo se refiere. Por ejemplo, hay que prescindir de regulación en altura del asiento del conductor y el volante es fijo, con lo que la ergonomía es la que es. La regulación en altura de los faros halógenos (sólo es led la luz de día) es mecánica, como la de un Seat Panda hace 40 años, y los asistentes de conducción se limitan a una frenada de emergencia autónoma y a una ayuda de salida en rampa.
Dicho así parece poco, pero ahora vamos con el precio. Nuestra unidad tal y como la ves te puede salir por 11.505 euros, con descuentos, financiación y los 7.000 euros de ayuda del Plan Moves III con achatarriamiento incluido (desde 10.005 con el acabado de entrada Comfort). Quizás ahora se entienda mejor su austeridad.
Como pez en el agua
Y es que para moverse como pez en el agua en ciudad y sus alrededores no es necesario un derroche mucho mayor. Sí que por la diferencia de precio parece más adecuado nuestro acabado Comfort Plus, que añade detalles como una ayuda al aparcamiento trasero con cámara, pantalla táctil de 7 pulgadas, navegador y la posibilidad de disfrutar de una carga rápida de hasta 30 kW.
En cualquier caso el Dacia Spring siempre nos recibe con un aparente cuadro de mandos digital, que incluye un ordenador de viaje gestionado por un mando que nos obliga a meter la mano por el interior del volante.
Delante la cota de anchura es modesta y dos adultos irán muy juntos; detrás más de lo mismo, con un espacio para las piernas también muy justo. Y donde sorprende es en la capacidad del maletero, que con 270 litros de capacidades da para meter la compra del supermercado y hasta una silla de niño. No es un vehículo para viajar, así que nos olvidamos de las maletas. Y el cierre del portón es electrónico.
Nos ponemos en marcha
La elección es única. Un pequeño motor eléctrico de 33 kW (45 CV), una modesta batería de iones de litio de 27,4 kWh de capacidad, suficiente para homologar 230 kilómetros (hasta 314 si nos movemos exclusivamente por ciudad).
Como es habitual en este tipo de vehículos la respuesta al pisar el acelerador es inmediata, pero su rendimiento es el que es. Empuja con ganas hasta los 70 km/h (9,3 segundos) y luego se ralentiza, duplicando ese tiempo para llegar a los 100 km/h (la velocidad máxima que alcanzamos fue de 124 km/h). Algo similar ocurre con las recuperaciones. Si analizamos los números, son pobres si tenemos que efectuar un adelantamiento (rara vez lo haremos en carretera), pero es que su cometido es otro. Y en la urbe lo borda. También en sus autovías periféricas resulta solvente.
De hecho, incluso llevando el programa ECO activo, que nos limita la potencia a 23 kW (31 CV), es suficiente, y si por alguna causa necesitamos un extra de potencia por un imprevisto, basta con pisar a fondo el acelerador y al instante volverá a surgir su máximo rendimiento.
Otra manera de ahorrar es prescindir de elementos que sí portan otros modelos más caros. Nada de programas deportivos, el cambio recurre a un simple mando giratorio y no hay levas o la posibilidad de ajustar la frenada regenerativa.
Autonomía más que suficiente
Lo suyo va por otro lado. Su escaso tamaño y un peso de 1.012 kilos (muy poco para un eléctrico) nos ha permitido registrar un consumo medio en ciudad de 12 kWh, un cifra que nos brinda coquetear con una autonomía cercana a los 230 kiómetros reales. Si analizamos el consumo medio ya en su conjunto, con carretera y hasta un 50 por ciento en autovía a 120 km/h (donde más sufre), las cifras se incrementan hasta los 16,7 kWh, y el rango de acción se reduce a 184 kilómetros.
En cualquier caso son cifras asumibles y atractivas para un urbanita, como el Dacia Spring, con el que la media de los desplazamientos diarios difícilmente superará los 60 kilómetros. Y otro de sus atractivos es el escaso tiempo para recargar su modesta batería. De hecho no es necesario instalar un costoso Wallbox. En un toma ‘green-up’ de 3,7 kW completaremos la carga en 8 horas y 30 minutos.
Si subimos la potencia de carga hasta los 7,4 kW reduciremos el tiempo a 5 horas; y si nos gastamos los 600 euros que cuesta el cargador embarcado que nos permite cargar en corriente continua a 30 kW, lo haremos en apenas una hora hasta el 80 por ciento. La toma de electricidad está en el frontal y no está iluminada.
MYDacia
No hay rebajas en el Dacia Spring a la hora de aprovechar la conectividad. Desde la aplicación MYDacia podemos ubicar los puntos de recarga públicos, consultar la potencia, tarifas, programar de manera remota la carga, informarnos de su progresión o de la autonomía, preclimatizar el habitáculo…
Sencillo y fácil de conducir, resulta confortable en cuanto al trato de la suspensión y su radio de giro (4,8 metros) es una delicia en la jungla urbana. La dirección está muy asistida y no es muy directa (3,3 vueltas), algo que en el ámbito urbano tampoco preocupa demasiado.
Las distancias de frenado están acordes con lo esperado (monta tambores traseros por eso del ahorro, pero sinceramente no se echan en falta unos discos por efectividad y rendimiento). Fuera del ámbito ‘callejero’ la carrocería tiende a balancear por el carácter amable de la suspensión, mientras que la insonorización también sufre en parte debido a los recortes para ajustar el precio.
Conectividad
Y en un vehículo de estas características no puede faltar un sistema multimedia acorde. Desde la pantalla táctil de 7 pulgadas recurre a gráficos sencillos y conectividad Android Auto y Apple CarPlay, por cable eso sí.
En cualquier caso la prolongación e integración del uso del smartphone con el vehículo cuenta con un intuitivo y resolutivo control por voz, que se activa desde un mando situado en el volante. Un bonito remate final.
LA CLAVE.- Presumir de ser el vehículo eléctrico más asequible del mercado conlleva recortes en materia de calidad y equipamiento. También en rendimiento y autonomía. Dicho esto el Spring es un vehículo lógico y honesto, ideal para moverse por la ciudad por agilidad, agrado y radio de acción. De ahí su éxito.