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Efecto lupa, el culpable de que tu coche se convierta en un horno

Tradicionalmente el color de los coches se asocia tanto a la suciedad que acumulan como a la temperatura del interior. Respecto a lo primero poco hay que decir, la respuesta es bastante obvia. Respecto a lo segundo, parece obvio que el color del coche influye sobre la temperatura interior, pero probablemente de una forma diferente a la que te imaginas.

El color del coche influye sobre la temperatura

Volviendo a lo primero, la verdad es que el color afecta bastante a la suciedad que acumula un coche, más que a la suciedad que acumula, a la manera en que se aprecia la suciedad sobre la carrocería. Obviamente los coches de colores intermedios, grises u ocres son más sufridos. Y aguantan mucho más la suciedad.

Contrariamente a lo que cabría pensar el color blanco no es de los más sucios que hay, de hecho es un color bastante agradecido. En el extremo contrario los colores oscuros son realmente temibles en materia de suciedad. El polvo o el barro se deja notar con total claridad sobre la chapa del coche.

Coches colores

Los colores oscuros son muy elegantes, pero no cabe duda de que son los más sucios en casi cualquier situación. Capítulo aparte merecen los colores chillones a la hora de atraer bichos y mosquitos, un verdadero imán que hará que se conviertan en verdaderos cementerios de mosquitos tras los viajes.