En los últimos años, nos hemos acostumbrado a marchas forzadas a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Lo que al principio afectó solamente a las grandes ciudades, ahora se ha extendido a los municipios y territorios insulares de más de 50.000 habitantes y los municipios de más de 20.000 cuando superen los límites que contempla la normativa.
Por tanto, son muchas las ciudades las que diseñaron sus propias ZBE el pasado 2024 e incluso en los primeros meses de este 2025. Pero muchas de ellas todavía van tarde. De todas las obligadas a hacerlo en España, hay 95 que todavía no han completado su implantación y otras 20 que no tienen ni siquiera intención de hacerlo. Y el Gobierno ha dado de margen hasta este mismo verano. Si para entonces no tienen Zonas de Bajas Emisiones, no podrán acceder a ayudas estatales para el transporte público y encima podrán recibir sanciones.
De hecho, Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica, ha reconocido hace no mucho que todavía hay muchos «municipios negacionistas cuyos alcaldes hacen gala de no implantarlas pese a los daños para la salud por la contaminación. Tarde o temprano deberán diseñar las Zonas de Bajas Emisiones, pero ¿cómo será su futuro?
2Esta es la predicción del RACVN

El RACVN anticipa que en España seguiremos muy pronto el camino de Francia con las Zonas de Bajas Emisiones. También coinciden en que perjudica a los hogares con rentas más bajas, pues a pesar de los beneficios fiscales y de las ayudas del Plan MOVES III, hay muchos hogares que no pueden hacer frente a la compra de un vehículo con etiqueta ECO o Cero.
De momento, las restricciones afectan principalmente a los vehículos sin distintivo ambiental, pero la intención es que los próximos sean los etiqueta B y C, respectivamente. Además, los recursos presentados a través de asociaciones y del RACVN señalan que la Unión Europea insta a tomar medidas contra la contaminación, pero no a establecer como tal Zonas de Bajas Emisiones.