A finales del año 2013 se ponía a la venta el Volkswagen Polo R WRC, una exclusiva edición especial de este utilitario, especialmente fabricado para cumplir la homologación requerida por la FIA para que el Polo pudiera competir en el Campeonato del Mundo de Rallies. De esta máquina ensamblada en la factoría de Navarra se fabricaron sólo 2.500 ejemplares, los cuales tenían un precio en nuestro mercado de 34.900 euros, más de lo que costaba por aquellos entonces un Volkswagen Golf GTI.
Bajo el capó de aquellos Volkswagen Polo R WRC latía un corazón 2.0 TSI que provenía de los Volkswagen Golf R, pero cuya potencia se rebajaba de 270 a 220 CV, sin duda, más que suficientes para que este deportivo utilitario que pesaba 1.324 kilos fuera capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 243 km/h.
De 220 a 420 CV de potencia
Semejantes niveles de potencia y de prestaciones son cláramente insuficientes para el preparador aleman Wimmer Rennsporttechnick, sobre todo a la vista de esta impresionante preparación que nos muestran ahora y que toma la base del mencionado Volkswagen Polo R WRC. Decoración aparte, lo verdaderamente importante de esta singular criatura es precisamente lo que no se ve, pero más se siente.
Wimmer ha trabajado en ese 2.0 TSI, un motor donde ha instalado un nuevo turbocompresor, una nueva bomba de combustible, un intercooler de mayores dimensiones, un sistema de escape deportivo, un nuevo sistema de admisión y también se ha retocado su electrónica. Gracias a todas estas mejoras, se pasa de 220 a nada menos que 420 CV de potencia, 120 CV más que un todopoderoso Volkswagen Golf R y 20 CV por encima del futuro Volkswagen Golf R 400 que podría ser presentado en el próximo Wörthersee.
También su par máximo escala de 350 a 480 Nm. Sin duda que las prestaciones mejoran cláramente respecto al modelo de serie, pues este deportivo de cuatro metros de largo es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 280 km/h. Si bien, Wimmer no anuncia el tiempo que tarada para acelerar de 0 a 100 km/h, operación en la que a su eje delantero se le atragantarán los 420 CV de su motor 2.0 TSI, sin duda demasiados para ser bien transmitidos por el diferencial eléctronico XDS que equipaban estos Polo R WRC. Seguro que no le vendría mal un autoblocante mecánico, mucho más efectivo y es más que probable que Wimmer esté trabajando en ello.
Este kit completo tiene un precio de 10.200 euros y si todavía nos sobra algo podemos fijar nuestra mirada y bolsillo en estas llantas OZ de 17 pulgadas, en una suspensión del tipo coilover firmada por KW o en un filtro de admisión del especialista K & N.