Septiembre marca la vuelta a la rutina. Libros nuevos, mochilas cargadas, desayunos contrarreloj… y, cómo no, el regreso de uno de los grandes protagonistas en estas fechas: los atascos. La vuelta de los niños a clase coincide con los conductores al volante en las mismas franjas horarias, creando una tormenta perfecta en las carreteras y calles de nuestras ciudades.
Las estadísticas lo confirman: a primera hora de la mañana y al final de la tarde, la densidad de tráfico se multiplica. Las prisas y la falta de planificación hacen que llevar a los peques al colegio y después correr hacia el trabajo se convierta en una auténtica carrera de obstáculos. Por suerte, hay soluciones prácticas para mitigar estos embotellamientos diarios y devolver la calma a tu jornada.
3Evita las horas punta siempre que puedas

Sabemos que no siempre es posible, sobre todo cuando el horario del colegio y el del trabajo coinciden. Sin embargo, en muchos casos puedes adelantar o retrasar tu salida unos minutos y notar una diferencia significativa. Salir de casa a las 7:20 en lugar de a las 7:40 puede ser la clave para esquivar el tráfico más denso.
La DGT marca claramente los tramos horarios críticos: de 7:30 a 9:30 y de 17:30 a 19:30 entre semana, así como los viernes por la tarde y los domingos por la noche en carretera. Si tienes cierta flexibilidad, juega con esos márgenes. Al final, no es solo cuestión de tiempo, sino también de salud mental: llegar sin haber pasado por un atasco cambia por completo el inicio o el cierre de tu jornada.