Desde que el icónico Bulli apareció en escena en 1950, el nombre de Volkswagen ha estado ligado a los vehículos de transporte ligero. Aunque el Bulli destacó por su versatilidad, no fue diseñado para cargas de gran volumen o peso. Consciente de esta limitación, la marca desarrolló una nueva solución intermedia, el Volkswagen LT, una denominación simple y funcional, acompañada por cifras que indicaban su peso bruto vehicular (28, 31 y 35).
El Volkswagen LT se presentó como una herramienta versátil y adaptable desde el principio. Su diseño ofrecía dos distancias entre ejes y dos alturas de techo, y se ofrecía en múltiples configuraciones: furgoneta cerrada, microbús, vehículo con caja abierta, chasis con cabina simple o doble, y más. Todo esto respondía a las necesidades de un mercado que pedía soluciones eficientes para el transporte de carga y pasajeros.
Volkswagen LT1: motor delante, más espacio detrás
Uno de los aspectos clave del desarrollo del Volkswagen LT fue la optimización del espacio útil. A diferencia del Bulli, que contaba con motor trasero, el LT integraba el motor en la parte delantera, sobre el eje delantero y entre los asientos del conductor y copiloto. Esta decisión liberaba por completo el espacio trasero, permitiendo hasta 7,85 metros cúbicos de capacidad de carga, lo que representaba un incremento del 50 % en comparación con el T2 Bulli, sin sacrificar la maniobrabilidad del vehículo.
Volkswagen también rompió esquemas en términos de ergonomía. La marca alemana trabajó con expertos en la materia para diseñar una cabina cómoda y funcional, donde los controles estuvieran al alcance y la visibilidad fuera prioritaria. La inclusión de suspensión delantera independiente fue otro punto destacado, proporcionando una experiencia de conducción más suave que la habitual en vehículos comerciales de la época.
En cuanto a motorización, el Volkswagen LT debutó con opciones de gasolina y diésel. El motor de gasolina derivaba del Audi 100, mientras que el diésel inicial era un Perkins de 2,7 litros. En 1979, Volkswagen introdujo su propio motor diésel de seis cilindros, destacando por su suavidad y par motor, al punto de ser utilizado por Volvo en sus turismos.
A lo largo de los años, el Volkswagen LT evolucionó con mejoras significativas. En 1983, llegó el motor turbodiésel de seis cilindros de 102 CV, haciendo del LT el más potente de su clase en Europa. En 1985, se introdujeron variantes con tracción total y nuevos elementos de diseño. En 1993, una nueva parrilla, mejoras aerodinámicas y un turbodiésel revisado marcaron una nueva etapa.
Gracias a su fiabilidad, espacio y tamaño contenido, el Volkswagen LT se convirtió en una base ideal para autocaravanas. Ejemplo de ello fue el lanzamiento, en 1988, de la Volkswagen Florida, una autocaravana totalmente equipada basada en el LT.
Nueva generación: Volkswagen LT2
Tras más de dos décadas y cerca de 470.000 unidades producidas, en 1996 Volkswagen decidió dar paso a una nueva generación: el LT2. Esta segunda edición fue también el primer modelo lanzado bajo la marca Volkswagen Vehículos Comerciales, y su desarrollo se realizó en colaboración con Mercedes-Benz. El nuevo diseño incorporaba los motores TDI y una gama amplia de variantes de carrocería y peso, que abarcaban desde 2,6 hasta 4,6 toneladas.
En 2002, un motor diésel de 2,8 litros y 158 CV convirtió al LT2 en un modelo de alto rendimiento dentro de su categoría. Sin embargo, tras una década en el mercado y más de 300.000 unidades fabricadas, el LT dejó paso a un nuevo referente: el Crafter.
Lanzado en 2006, el Crafter retomó la esencia del Volkswagen LT pero con un diseño más moderno y tecnológico. Las versiones incluyeron furgonetas, buses, versiones familiares y chasis para distintos usos. Su variante 4MOTION, equipada con tracción total y adaptaciones todoterreno, fue protagonista del Rally Dakar 2012 como vehículo de apoyo, demostrando su resistencia en condiciones extremas.
En 2016, llegó una renovación total. Volkswagen desarrolló el nuevo Crafter completamente desde cero, esta vez de forma independiente. Se inauguró una planta exclusiva en Września, Polonia, para su producción. Durante el desarrollo, los clientes jugaron un rol clave: fueron escuchados y participaron en el diseño funcional del vehículo. El resultado fue un Crafter con diferentes tipos de tracción, un manejo ágil y una extensa gama de ayudas a la conducción, posicionándolo como referente del segmento. Además incorporó poco después una variante eléctrica.
Llega el Volkswagen Crafter
Para 2024, Volkswagen presentó una nueva actualización del Crafter. Con un equipamiento digital de serie, como el Digital Cockpit, pantallas táctiles de hasta 12,9 pulgadas y control por voz con integración de inteligencia artificial, el Crafter combina tecnología, seguridad y funcionalidad.
Entre los sistemas de asistencia destacados se encuentran el frenado de emergencia con detección de peatones y ciclistas, asistente de cambio de carril, reconocimiento de señales y limitador de velocidad, entre otros. A pesar de estas mejoras, los precios se mantuvieron similares a los de la generación anterior.
Con casi 500.000 unidades del nuevo Volkswagen Crafter fabricadas hasta finales de 2024, Volkswagen reafirma su compromiso con el transporte ligero profesional, manteniendo viva una historia de innovación que comenzó hace más de siete décadas.
