Es común que los conductores noten una discrepancia entre la velocidad que indica el velocímetro de su coche y la que muestra el GPS. Esta diferencia puede generar dudas sobre cuál es la velocidad real a la que se circula y cuál debería considerarse para evitar sanciones.
Comprender las razones detrás de esta variación es esencial para una conducción segura y conforme a la normativa. A continuación, vamos a explorar las causas de esta discrepancia y cuál de las dos mediciones es más precisa. No te lo pierdas.
5Recomendaciones para los conductores

En resumen, tanto el velocímetro como el GPS tienen sus ventajas y limitaciones en la medición de la velocidad. El velocímetro, aunque tiende a sobreestimar la velocidad real, está diseñado así por razones legales y de seguridad. El GPS ofrece una medición más precisa en condiciones ideales, pero su fiabilidad puede verse comprometida por factores externos.
Para una conducción segura y conforme a la normativa, se recomienda a los conductores confiar en la lectura del velocímetro, siendo conscientes de su tendencia a sobreestimar la velocidad. Utilizar el GPS como herramienta complementaria puede ser útil, especialmente en viajes largos o en áreas desconocidas, pero siempre teniendo en cuenta sus posibles limitaciones. En última instancia, mantener una velocidad prudente y estar atento a las condiciones de la vía son las mejores prácticas para garantizar la seguridad en la conducción y evitar sanciones.