comscore
viernes, 23 mayo 2025

Los trucos que la DGT está cansada de decir que no funcionan para no dar positivo en un control

En la constante lucha por garantizar la seguridad en las carreteras, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha tenido que desmentir en reiteradas ocasiones aquellos mitos y trucos infundados que algunos conductores aún creen que pueden ayudarles a evitar dar positivo en un control de alcoholemia.

Publicidad

A lo largo de los años, desde este veterano de la información, he tenido ocasión de reportar innumerables iniciativas pro seguridad de la DGT, pero pareciera que el combate contra la desinformación es un frente que nunca cesa. En este contexto, quiero compartir con los lectores las verdades detrás de esos supuestos «trucos», sustentados por datos científicos y declaraciones oficiales.

LOS MITOS AL VOLANTE QUE DEBES DEJAR ATRÁS

LOS MITOS AL VOLANTE QUE DEBES DEJAR ATRÁS

Uno de los más extendidos y erróneos consejos es el de masticar granos de café antes del test, siguiendo la creencia de que de alguna manera podrían contrarrestar el efecto del alcohol en el aliento. Sin embargo, la realidad es que el alcohol se metaboliza en el hígado y su presencia en el aire espirado es un reflejo de su concentración en sangre, por lo que ningún alimento puede alterar este proceso de manera significativa.

Otro supuesto truco es el de usar enjuagues bucales o chicles de menta justo antes de soplar en el alcoholímetro. Aunque actúan disimulando momentáneamente el olor del alcohol, algunos productos incluso contienen alcohol en su composición, lo que podría aumentar la lectura del aparato, generando el efecto contrario al deseado.

Un error frecuente es intentar engañar al alcoholímetro mediante la contención de la respiración o respirar profundamente varias veces antes de la prueba. Este tipo de artimañas no solo son detectadas por los modernos equipos utilizados por la DGT, sino que además, podrían aumentar la concentración de alcohol en el aliento al provenir el aire de partes más profundas de los pulmones, donde se acumula mayor cantidad de alcohol.

La creencia de que consumir ciertos alimentos como chocolate o leche antes de beber puede «absorber» el alcohol y por tanto disminuir su efecto en un control también es falsa. Si bien es cierto que ingerir alimentos puede ralentizar la absorción del alcohol en la corriente sanguínea, esto no afecta la precisión de un alcoholímetro una vez el alcohol ya ha sido absorbido.

ENTENDER CÓMO FUNCIONAN LOS CONTROLES

Es esencial comprender que los alcoholímetros utilizados por la DGT son dispositivos altamente sensibles y específicos que miden la concentración de alcohol en el aire espirado. El resultado de la prueba es proporcional a la cantidad de alcohol en la sangre del individuo, por lo que estrategias para alterar el aliento no cambiarán los resultados del test.

Publicidad

Además, los agentes de tráfico están entrenados para identificar señales de intoxicación más allá de lo que el aparato pueda detectar. Esto incluye observar el comportamiento del conductor, su habilidad para seguir instrucciones y signos físicos evidentes de embriaguez, que son indicios irrefutables de consumo de alcohol o drogas.

La DGT también aclara que no existen bebidas alcohólicas, «light» o de bajo contenido alcohólico, que eviten un resultado positivo si se consume la suficiente cantidad. Todas las bebidas que contienen alcohol, independientemente de su graduación, contribuirán al nivel de alcohol en sangre.

Publicidad

Por último, merece la pena destacar que los etilómetros de la DGT están sometidos a estrictos controles de calidad y calibración, asegurando que la medición sea precisa y confiable. Las tentativas de manipular el resultado, como inhalar sustancias químicas o utilizar aparatos para simular aliento puro, están condenadas al fracaso y pueden conllevar sanciones adicionales.

LA ÚNICA ESTRATEGIA VÁLIDA: RESPONSABILIDAD

LA ÚNICA ESTRATEGIA VÁLIDA: RESPONSABILIDAD

La única manera garantizada de sortear un control de alcoholemia es muy sencilla: no beber si se va a conducir. La DGT insiste en la prevención como la herramienta más eficaz en la lucha contra los accidentes de tráfico relacionados con el alcohol.

Promover una cultura de conducción responsable y concienciar sobre las consecuencias legales y los riesgos para la salud y la vida propia y de terceros, es una misión que tanto la DGT como los medios de comunicación asumimos como prioritaria.

En esta línea, programas de educación vial y campañas de sensibilización son clave para desmentir mitos y recalcar que la seguridad vial depende del comportamiento de cada uno al volante. La responsabilidad individual es, al final del día, lo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en nuestras carreteras.

CONSECUENCIAS LEGALES: MÁS ALLÁ DEL MITO

Circula por ahí el mito de que pequeñas infracciones no traen grandes consecuencias, no obstante, la realidad es que dar positivo en un control de alcoholemia acarrea serios problemas legales. Hablamos de sanciones que incluyen desde multas económicas considerables hasta la pérdida de puntos en el carnet de conducir, pasando por la posibilidad de enfrentar penas de prisión en casos de reincidencia o niveles de alcoholemia especialmente altos.

La cuantía de las multas puede oscilar entre los 500 y 1.000 euros, dependiendo de la tasa de alcoholemia registrada. Pero más allá del impacto en el bolsillo, la retirada del carnet supone un serio obstáculo para la vida diaria de muchos conductores, afectando su movilidad y sus compromisos laborales o personales.

Si se suma a esto el gravamen que supone para la imagen y reputación del individuo, siendo fichado en registros de infractores, pronto se entiende que las consecuencias no se limitan a lo meramente administrativo. Incluso, en casos de accidentes con víctimas, las repercusiones pueden ser ruinosas a nivel civil e incluso penal.

Es crucial remarcar que los procedimientos legales pueden acarrear la inmovilización del vehículo, lo cual añade una agravante logístico y económico a la situación. Ante tal escenario, optar por la sobriedad antes de conducir no es solo una cuestión de responsabilidad, sino también una apuesta por la tranquilidad personal y legal.

INSIGHTS DE LA PSICOLOGÍA DEL CONDUCTOR

INSIGHTS DE LA PSICOLOGÍA DEL CONDUCTOR

Analicemos ahora un ángulo diferente: la psicología detrás del comportamiento del conductor. Expertos en la materia identifican un fenómeno llamado «optimismo irrealista» por el cual muchos individuos tienden a subestimar los riesgos de sus acciones, pensando que los problemas solo afectan a los demás.

Este optimismo lleva a algunos conductores a pensar que pueden controlar sus habilidades al volante pese a haber consumido alcohol o que, efectivamente, los trucos infundados pueden salvarlos de dar positivo. Esta falta de conciencia sobre la gravedad del asunto incrementa el peligro en las carreteras, no solo para ellos sino para todos los usuarios.

Por otra parte, la naturaleza misma del ser humano incluye el deseo de buscar atajos para evitar problemas o consecuencias negativas. Sin embargo, cuando se trata de la seguridad vial, estos atajos suelen resultar en decisiones fatales.

La educación vial y la promoción de una conciencia clara sobre el impacto real del alcohol y otras sustancias al volante pueden contribuir a un cambio de actitud. Programas de sensibilización, junto con testimonios de accidentados y familiares, logran a veces lo que las estadísticas y reglamentos no alcanzan: tocar la fibra emocional del conductor y motivar una conducta preventiva.

INNOVACIONES TECNOLÓGICAS EN EL CONTROL DEL ALCOHOL

A nivel tecnológico, constantemente emergen innovaciones que buscan reforzar y mejorar los sistemas de control de alcoholemia. Por ejemplo, existen dispositivos de «arranque por aliento», los cuales impiden que el motor del vehículo se active a menos que el conductor pase una prueba de alcoholemia.

La implementación de estas innovaciones en vehículos institucionales y de transporte público ha demostrado ser un avance significativo en la prevención de accidentes. En algunos países, se están considerando para su uso en conductores con historial de infracciones por alcohol, ofreciendo una alternativa constructiva a sanciones recurrentes.

Por otro lado, la DGT y los organismos internacionales de tráfico mantienen constante vigilancia sobre el desarrollo de aplicaciones móviles y wearables que prometen ayudar a los usuarios a monitorizar su nivel de alcoholemia personal. Aunque estas herramientas pueden representar un paso preventivo, su precisión y fiabilidad aún deben ser verificadas contra los estándares de los controles oficiales.

En conclusión, romper con los mitos y trucos que rodean a los controles de alcoholemia y abordar el tema desde todos los ángulos posibles es fundamental. Sea por vía de la concienciación, la educación, las consecuencias legales o la tecnología, el mensaje es claro: la prevención y la responsabilidad son las únicas claves efectivas para garantizar nuestra seguridad y la de todos en la carretera.

Publicidad