La seguridad vial es una prioridad para la Dirección General de Tráfico (DGT) y, en este contexto, los peatones desempeñan un papel crucial. Recientemente, la DGT ha dado un nuevo paso adelante presentando una serie de recomendaciones y estrategias para garantizar la seguridad de los peatones en las calles y carreteras de España. Estas medidas son especialmente pertinentes considerando que, según datos del propio organismo, los peatones figuran entre los usuarios más vulnerables en la vía pública.
Con ello, la DGT busca reducir la cifra de accidentes y atropellos, que lamentablemente siguen produciéndose con frecuencia. Un truco en particular ha llamado la atención y es promovido como una práctica sencilla pero potencialmente salvadora de vidas.
SEGURIDAD A PASO FIRME: EL CONSEJO DE ORO DE LA DGT

El consejo que destaca la DGT es simple, pero efectivo: hacer contacto visual con el conductor antes de cruzar la calle. Esta recomendación surge de diversas investigaciones que han demostrado que establecer un contacto visual con el conductor aumenta significativamente la probabilidad de que este detenga su vehículo, permitiendo un paso seguro para el peatón. Pero ¿por qué es tan eficaz? Primero, ayuda a asegurar que el conductor ha visto al peatón y es consciente de su intención de cruzar. Segundo, crea una conexión humana entre peatón y conductor que puede influir en el comportamiento de este último.
Adicionalmente, la DGT insiste en la importancia de no dar por sentado que el conductor cederá el paso, aun cuando el peatón tenga el derecho. La prudencia debe ser la máxima en todo momento. Otro aspecto relevante es el uso adecuado de los pasos de cebra y semáforos: estos deben ser siempre los puntos preferentes para cruzar, evitando atravesar la calle de forma improvisada o en zonas donde la visibilidad es reducida.
La DGT también aconseja evitar distracciones como el uso del teléfono móvil o auriculares mientras se camina por la calle, ya que esto puede disminuir la atención y reacción ante posibles riesgos. Además, es vital respetar las señales de tráfico, no solo para los conductores sino también para los peatones, que deben ser conscientes de las normas que les conciernen directamente.
PEQUEÑOS GESTOS, GRANDES DIFERENCIAS
El truco recomendado por la DGT se suma a una serie de pequeños gestos que pueden marcar una gran diferencia en la seguridad vial. El uso de elementos reflectantes o de colores vivos cuando se camina de noche o en condiciones meteorológicas adversas es otro consejo valioso. Estos artículos visibles hacen que el peatón sea mucho más detectable por los conductores, reduciendo así el riesgo de accidentes.
El mantenimiento de una velocidad adecuada y constante al caminar, sobre todo al aproximarse a zonas de tránsito de vehículos, también contribuye a la seguridad. Es recomendable que los peatones se mantengan siempre alerta y esperen a que los vehículos se detengan completamente antes de cruzar. Estas prácticas responsables no solo protegen al peatón, sino que también contribuyen a crear una conciencia de seguridad vial en la sociedad.
La planificación de la ruta y el conocimiento previo de las zonas por las que se va a transitar son aspectos que no deben ser subestimados. Conocer de antemano dónde se encuentran los cruces, pasos de cebra y semáforos puede facilitar el trayecto y evitar decisiones apresuradas o peligrosas. Incluso algo tan básico como prestar atención al entorno puede ser crucial para evitar riesgos innecesarios.
EN LA CALLE, TODOS SOMOS RESPONSABLES

La DGT hace hincapié en que la seguridad vial es una responsabilidad compartida entre peatones, conductores y, por supuesto, las autoridades. Los esfuerzos por parte de la administración incluyen campañas de concientización, mejoramiento de la infraestructura vial y actualización constante de la normativa. Sin embargo, cada peatón debe asumir un papel activo en su propia seguridad, adoptando las prácticas recomendadas y fomentando una cultura vial de respeto y precaución.
La educación vial desde edades tempranas es fundamental para inculcar estos valores y conocimientos en las futuras generaciones. Los colegios y otras instituciones educativas desempeñan un rol clave en la difusión de las prácticas de seguridad entre los más jóvenes. Es esencial que tanto niños como adultos entiendan que en la calle, las acciones individuales tienen un impacto significativo en la seguridad de todos.
LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LOS PEATONES
En la era digital, la tecnología se ha convertido en una aliada crucial para mejorar la seguridad de los peatones. Las aplicaciones móviles y los sistemas de navegación inteligente no solo ofrecen rutas óptimas, sino que también alertan sobre zonas de tráfico pesado o incidentes viales en tiempo real. Desarrollos como los semáforos inteligentes, que se adaptan al flujo peatonal y de vehículos, están transformando los cruces urbanos en entornos más seguros.
Por otro lado, vehículos equipados con sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) representan un paso adelante en prevención de accidentes. Estos sistemas pueden detectar peatones y frenar automáticamente, lo que añade una capa adicional de seguridad. No hay que olvidar los esfuerzos por parte de las ciudades inteligentes, que están integrando la tecnología en la infraestructura vial para proteger a los peatones y hacer las calles más amigables.
Un punto destacable es la implementación de la señalética digital, que puede adaptarse y cambiar según las condiciones del tráfico y la presencia de peatones. Facilitar la comunicación entre la infraestructura vial y los usuarios es fundamental y, a través del Internet de las Cosas (IoT), esta interacción se está haciendo cada vez más sofisticada y efectiva.
LA IMPORTANCIA DE UN ENTORNO URBANO PEATONAL-FRIENDLY

Más allá de la tecnología y las recomendaciones, es clave hablar de diseño urbano. Zonas peatonales amplias, calles con «traffic calming» o moderación de tráfico y espacios públicos seguros son vitales para la seguridad. Las autoridades locales deben enfocarse en desarrollar entornos que promuevan la movilidad sostenible, donde caminar y usar la bicicleta sean opciones seguras y atractivas.
El concepto de «Complete Streets» o Calles Completas, donde se prioriza a todos los usuarios de la vía por igual, se está implementando en muchas ciudades del mundo. En España, tales iniciativas pueden traducirse a una reducción notable en la tasa de accidentes. Por ello, el trabajo conjunto entre urbanistas, administraciones y la comunidad es fundamental para transformar el entorno urbano en un espacio más humano y menos centrado en el vehículo.
Crear una red de calles tranquilas, parques bien iluminados y pasos elevados o subterráneos en puntos estratégicos son ejemplos de cómo se puede mejorar la experiencia del peatón. Además, estas medidas tienen el beneficio adicional de potenciar la actividad física y el bienestar general de la población, al promover un estilo de vida más activo y saludable.
EDUCACIÓN Y CULTURA VIAL: CLAVES PARA EL CAMBIO
Finalmente, no podemos ignorar la importancia de la educación en la formación de una cultura vial consciente y respetuosa. Campañas de sensibilización y programas educativos deben dirigirse no solo a los niños, sino también a adultos, conductores habituales y profesionales del volante. Promover el conocimiento de las normas de tráfico y la empatía hacia los peatones es esencial para generar un cambio de mentalidad.
Es aquí donde la Guardia Civil y otros organismos de seguridad tienen una misión clave en la vigilancia y el control del cumplimiento de las normativas. A su vez, la DGT debe continuar con su labor informativa y reguladora, adaptando y difundiendo las leyes para proteger al peatón en el contexto vial actual.
Sin lugar a dudas, el mantenimiento adecuado de los vehículos es otro aspecto crucial para la seguridad de los peatones. Una buena visibilidad, frenos en estado óptimo y neumáticos adecuados son factores que pueden influir directamente en la capacidad de reacción de un conductor ante situaciones imprevistas.
Es esencial mencionar que las ciudades deben estar preparadas para los cambios de movilidad que vienen de la mano con la innovación, como el aumento de la presencia de vehículos de movilidad personal (VMP) tales como las motos y scooters eléctricos. Asegurar su correcta integración en el tráfico y establecer zonas específicas para su circulación son desafíos actuales que deben ser abordados con criterio y previsión.
Al recordar estas medidas y apostar por una combinación de tecnología, infraestructura adecuada, educación y legislación pertinente, podemos aspirar a una sociedad donde la seguridad de los peatones no sea una preocupación, sino una garantía. En definitiva, requiere de un esfuerzo comunitario donde cada uno de nosotros, en nuestro rol como ciudadano, conductor o peatón, se comprometa activamente con la seguridad vial y el respeto mutuo en nuestras calles y carreteras.