¿Se te ha pasado por la cabeza alguna vez ‘trucar’ tu patinete eléctrico para que corra un poco más? No lo hagas, porque te va a costar tan caro que te va a arruinar por completo del verano. La Dirección General de Tráfico (DGT) y los ayuntamientos de todas las ciudades españolas se están poniendo serios con los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), que cada vez tienen una normativa más estricta.
Llegaron a nuestra vida hace unos años, pero su uso se ha disparado tanto en los últimos años que hacía falta una normativa que regulara su uso. Ahora mismo, existe a nivel nacional, aunque son los ayuntamientos los encargados de regular su utilización en cada ciudad a través de las ordenanzas municipales.
Las reglas son bastante estrictas, y si no que se lo digan a un usuario de Palencia al que la Policía ha ‘pillado’ con un patinete que podía alcanzar los 75 km/h —el límite legal está en 25 km/h—, sin seguro ni la documentación correspondiente. ¿Conclusión? El inicio del verano se ha saldado con una multa importante.
No truques tu patinete eléctrico para que corra más

Los patinetes homologados que se venden actualmente están diseñados para no superar los 25 km/h. Es la velocidad máxima que pueden alcanzar en las ciudades españolas, pero tampoco pueden tener una velocidad de construcción superior como ocurre con los coches. Por tanto, hay muchos usuarios que deciden modificarlos, sobre todo para un uso en entornos rurales o fuera de las ciudades.
No lo hagas, porque la multa por trucar un patinete eléctrico puede alcanzar perfectamente los 500 euros de multa, aunque circules a 25 km/h. Es lo que le ha ocurrido a este usuario de Palencia. No circulaba por encima de la velocidad máxima permitida, pero sí conducía un patinete que podía alcanzarla. Y en este caso, la sanción es de 500 euros y que un agente inmovilice tu patinete, pues este joven de 28 años tuvo que ir al depósito municipal a por el suyo (y pagar para sacarlo de allí).
Al margen de la multa, trucar el patinete es ilegal porque anula la homologación técnica que garantiza que el vehículo cumple con los requisitos de seguridad. La DGT exige un certificado de homologación para todos los VMP, y este documento debe ser emitido por entidades autorizadas que verifican que el patinete respeta las normas técnicas vigentes.
Además, la velocidad excesiva en un patinete multiplica el riesgo de sufrir un accidente. Por mucho que el vehículo parezca pequeño y fácil de conducir, a 75 km/h una caída o choque puede acabar en lesiones graves para ti y para cualquier otro usuario de la vía. Y por si fuera poco, un patinete trucado deja de tener automáticamente la cobertura del seguro, lo que supone un problema añadido en caso de accidente. La responsabilidad legal y económica recae directamente sobre el conductor, sin posibilidad de reclamar absolutamente nada a la aseguradora.
Circular sin seguro o por donde no toca también supone una multa

Hay otras acciones relacionadas con el uso de tu patinete eléctrico que también pueden terminar en multa. Una de las infracciones más frecuentes pasa por circular sin el seguro obligatorio, lo que te puede costar hasta 300 euros, según la ordenanza municipal. Muchas ciudades ya exigen esta póliza especial para VMP, igual que para cualquier otro vehículo a motor, porque en caso de accidente el seguro responde ante terceros y protege tanto al conductor como a los demás usuarios.
La normativa también prohíbe expresamente que los patinetes circulen por aceras, zonas peatonales exclusivas, autopistas, autovías, túneles o travesías. Es una medida que responde a razones de seguridad para evitar accidentes con peatones o vehículos que circulan a gran velocidad. Por supuesto, no respetar estas normas también implica una multa que varía según la infracción que hayas cometido.