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Toyota Mirai. El futuro está aquí

Hace tan sólo un momento hemos hablado sobre el Honda FCV Concept, un sedán que se acaba de presentar en Tokio y que llegará al mercado en 2016 para convertirse en el sucesor del actual Honda FCX Clarity, y como éste también contará con una mecánica alimentada por hidrógeno.

El futuro se llama Mirai

Pero ahora el modelo que nos ocupa es el de su rival de Toyota, quien también ofrecerá a principios de 2015 un modelo impulsado por hidrógeno. Ya hemos hablado sobre el Toyota FCV, que finalmente tomará el nombre de Mirai, es decir, «futuro» en japonés. Y es un nombre que le viene al pelo a esta berlina de cuatro puertas capaz de recorrer hasta 300 millas (unos 483 kilómetros) con una sóla carga de hidrógeno, operación que apenas requiere cinco minutos, mas o menos el mismo tiempo que tardamos en llenar un depósito de combustible convencional y un tiempo muy inferior al de cualquier recarga de un vehículo eléctrico, a los que ya les gustaría poder recorrer dichos kilómetros con una recarga.

Este hidrógeno es almacenado en unos tanques colocados en los bajos del Toyota Mirai y alimentan una pila de combusible que convierte por medio de una reacción química este hídrógeno en electricidad que alimenta su propulsor. Esta reacción química da como resultado vapor de agua, que es lo que emite por su tubo de escape.

Una red de puntos de recarga

Será a principios de 2015 cuando este nuevo Toyota Mirai ruede por tierras japonesas, pero en verano llegará a mercados como Estados Unidos y Europa. Sin embargo no llegará sólo sino que vendrá acompañado de una revolucionara infraestructura para suministrar dicho combusible en las estaciones de servicio. Por ello, en Estados Unidos ya hay firmado un acuerdo con Air Liquide, que abrirán doce estaciones de repostaje en Nueva York, Massachusetts, Nueva Jersey, Rhode Island y Connecticut. En California será FirstElements Fuels la encargada de suministrar dicho hidrógeno. Para Europa por ahora se desconoce la red de suministradores, pero irá creciendo a medida que las marcas se decanten por desarrollar este tipo de vehículos, por ahora, una apuesta segura para plantar cara a los eléctricos que todos tenemos en mente.

Decir que su precio en Japón es de siete millones de yenes, que al cambio son unos 48.200 euros. No es barato, pero es un precio ligeramente superior al de un vehículo eléctrico convencional.