El especialista japonés TOM’s Racing es el responsable de este Toyota Land Cruiser 250 de aspecto deportivo enfocado a su uso exclusivo en asfalto. El todoterreno actualizado incluye parachoques rediseñados, pasos de rueda ensanchados, llantas de 20 pulgadas, neumáticos de perfil bajo y escape de acero inoxidable.
¿Quién es Tom’s y por qué ha profanado el Land Cruiser?
TOM’S Co., Ltd es una marca creada para comercializar accesorios deportivos para modelos de Toyota y Lexus. El nombre es el acrónimo de Tachi Oiwa Motor Sport. Su sede se encuentra en Tokio, Japón, y su popularidad en el mercado local es notable gracias a su participación en diversas competiciones de automovilismo en circuitos, tales como el campeonato Super GT, la Super Fórmula y la Fórmula 3 Japonesa.
TOM’S rentabiliza su popularidad en competición con el lucrativo negocio de los accesorios de posventa para “tunear” los automóviles Toyota y Lexus centrándose siempre en ofrecer una estética más deportiva y eventualmente un mayor rendimiento.
La marca cuenta con una larga trayectoria, ya que fue creada en 1974, y sólo un año más tarde fue reconocida oficialmente por Toyota Motor Corporation como un proveedor autorizado de piezas de psventa. En 1978, la firma abriría un taller en la zona de Tama, en Tokio, para saltar posteriormente a Norfolk, Inglaterra, abriendo varias sucursales con las que expandir su negocio internacionalmente, llegando a abrir una fábrica en Reino Unido para producir motores de Fórmula 3 para Europa.
Ah, entre los numerosos logros deportivos de TOM’s se encuentra el Campeonato GTC 500 de 1997 con un Toyota Supra preparado por su equipo de competición y conducido por los pilotos Michael Krumm y “un tal” Pedro de la Rosa. Ahí es nada.
Sí, vale, pero ¿qué le había hecho el Land Cruiser a estos señores?
Lo cierto es que no es, ni mucho menos, la primera vez que los chicos de TOM’s meten mano al Land Cruiser, ya que cualquier modelo de Toyota o Lexus puede ser objeto de estos transformistas de carrocerías, pero por estos pagos no estamos acostumbrados a ver cómo un preparador decide transformar un todoterreno puro en un vehículo de carretera.
De hecho, lo cierto es que la preparación ha sido bastante conservadora, ya que no se ha recurrido al montaje de muelles más cortos, y ni siquiera se han eliminado los estribos laterales o las barras de techo, que parecen cuadrar poco con la estética deportiva pretendida para este Land Cruiser.
Justo es reconocer que el nuevo Land Cruiser 250 ha mejorado enormemente su comportamiento en asfalto con respecto a la generación precedente (Land cruiser 150) de la familia Prado. La causa principal se encuentra en un cambio de filosofía en cuanto rigidez del chasis, ya que tradicionalmente Toyota venía empleando para este modelo de carácter global un bastidor más “elástico”, con cierta capacidad de torsión para mejorar la articulación e inocuo el confort circulando por terrenos abruptos.
El nuevo Land Cruiser 250 recurre igualmente a un chasis de largueros y travesaños independiente de la carrocería, con un eje trasero rígido. Pero aunque el planteamiento es idéntico, para el nuevo bastidor se ha buscado la máxima rigidez a fin de priorizar el comportamiento en carretera, lo que no impide al nuevo modelo ser extraordinariamente eficaz fuera del asfalto sin recurrir a ese extra de flexión que no encontramos en el Land Cruiser 250.
Así que, de alguna manera, esta versión del Land Cruiser de TOM’s tiene más sentido de lo que parece, ya que jamás había habido hasta ahora un Land Cruiser Prado tan adaptado a la conducción en asfalto como lo está la actual generación. Así que… qué demonios.
