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Toyota C-HR. Alcanza la mayoría de edad

No hace falta ser un experto en mercado para saber que el Toyota C-HR es un modelo de éxito, simplemente porque se ve por la calle. Arriesgaron con el diseño y acertaron de pleno. Ahora, dos años y medio después de su lanzamiento, se actualiza con una serie de mejoras que le harán, sin duda, más competitivo.

Algunos clientes demandaban algo más de potencia. Los 122 CV del sistema híbrida ofertado se quedaban algo cortos para aquellos conductores que les gusta disfrutar al volante. Sin problemas. Se ha incorporado la mecánica 2.0 Hybrid del Corolla, ya con 184 CV de potencia total.

De esta manera se dota a esta versión de nuevos bríos en cuanto a rendimiento. Se mantiene la transmisión automática con variador continuo y seis relaciones un tanto artificiales en su mapa de actuación, pero el chasis ha sido revisado a nivel de suspensión para 'sujetar' mejor los balanceos de la carrocería. También se ha retocado la asistencia de la dirección y el tacto del pedal del freno. La batería es de níquel e hidruro metálico y se ubica debajo del asiento trasero.

Se mantiene la variante 1.8 Hybrid de 122 CV, que incorpora todas las mejoras, salvo la de la suspensión. Incluso la batería es nueva. Ahora monta una de iones de litio, más ligera y compacta. Quizás hubiera sido más lógico apostar por la batería más avanzada en la variante más prestacional y mantener la de níquel en el 122 CV, como hasta ahora. Nos comentan que por problemas de disponibilidad se ha llegado a esta solución.

Tiene aire premium

Ya comentamos que el diseño ha sido su principal baza. El C-HR matiza, sin embargo, su imagen. Sin ceder 'agresividad' se remata ahora con algo más de rigor 'premium'. Retoca así el paragolpes delantero, los grupos ópticos, los pilotos traseros -con intermitantes dinámicos-, el difusor de la zaga…

Asimismo se ha trabajado para optimizar la insonorización del interior y rematarlo con más calidad. Se ha mejorado la ergonomía de los asientos delanteros y contempla detalles como un equipo de sonido premium JBL.

También se demandaba, con criterio, una conectividad puesta al día. Ahora ya es posible una integración plena del smartphone con Apple CarPlay y Android Auto, actualizaciones más sencillas de mapas o el módulo de llamada de emergencia e-Call. Además se añade la aplicación MyT by Toyota, que permite desde el móvil localizar el vehículo, compartir rutas, realizar el último tramo a pie, gestión de mantenimiento… También graba los datos de conducción y un 'coach' virtual nos dará consejos personalizados para una conducción más eficiente, asesorándonos en puntos concretos de la ruta.

Mejora el rendimiento

Por último, la seguridad se incrementa con el Toyota Safety Sense de serie en toda la gama. Los más equipados incorporan iluminación adaptativa, alerta de tráfico cruzado en la zaga con función de frenado, control del ángulo muerto o un asistente de aparcamiento automatizado.

Rodamos con el C-HR 2.0 Hybrid y es evidente la mejora en cuanto a rendimiento. Incluso el cambio parece más agradable en fuertes aceleraciones, aunque no elimina el efecto 'patinamiento' y apenas retiene al reducir de manera secuencial. Va algo más asentado, pero sigue teniedo tendencia al subviraje. Rodamos por carretera y autovía y registramos consumos de 5,8 litros de media y una eficiencia eléctrica del 49% (anuncia hasta un 80% en ciudad.).

Está disponible con cuatro niveles de acabado y precios que oscilan entre 25.050 y 29.900 euros para la versión más potente con el nivel de equipamiento Kaji Edition, de corte más deportivo.