Las multas de tráfico son una realidad con la que todo conductor debe lidiar en algún momento. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que las notificaciones de estas sanciones pueden caducar si no se gestionan a tiempo. En España, tanto la Dirección General de Tráfico como los ayuntamientos tienen plazos legales específicos para notificar y cobrar estas sanciones.
Si estos plazos no se cumplen, la multa prescribe, es decir, deja de ser válida y no puede ser ejecutada. Pero, ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que esto ocurra? Esa es la gran pregunta que se hacen todos debido a que puede determinar si debemos pagarla o terminamos evitando tener que abonar un monto que probablemente, dependiendo de la gravedad de los hechos, sea elevado.
¿Cuánto tiempo tarda en caducar una multa?
El proceso de prescripción se refiere al tiempo máximo que tienen las autoridades para notificar una multa y proceder a su cobro. Este periodo está estipulado por la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, y varía en función de la gravedad de la infracción. La ley distingue entre infracciones leves, graves y muy graves, cada una con su propio plazo de prescripción.
Según el artículo 112 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, las infracciones leves deben ser notificadas dentro de un plazo de tres meses desde el día siguiente a que la sanción se firme y se declare firme. Por otro lado, las infracciones graves y muy graves tienen un plazo más largo de seis meses para ser notificadas. Esto significa que si la DGT o el ayuntamiento no notifica la multa dentro de estos plazos, la sanción caduca y ya no puede ser reclamada.
El tipo de sanción hace variar el tiempo
Una vez que se ha notificado una multa, en España el tiempo para que caduque también varía según el tipo de sanción. Las sanciones pecuniarias, es decir, las que implican el pago de una multa económica, prescriben después de cuatro años si no se han cobrado. Por otro lado, las sanciones no pecuniarias, como la pérdida de puntos en el carnet de conducir, tienen un plazo de prescripción más corto de un año.
Es importante destacar que el proceso de prescripción puede ser interrumpido en ciertos casos. Por ejemplo, si la DGT o el ayuntamiento necesita llevar a cabo una acción para averiguar la identidad del infractor o su domicilio, el plazo se detiene y se reanuda una vez que se complete la acción. En este caso, se debe notificar al infractor y añadir esta información al expediente. Asimismo, si la notificación de la multa se realiza a través de una carta certificada, la Dirección Electrónica Vial o el Boletín Oficial del Estado, el plazo de prescripción también se interrumpe.