La percepción común de que los vehículos grandes, como los SUV de tamaño completo, son intrínsecamente más seguros para sus ocupantes ha sido puesta en duda por la última ronda de pruebas de choque del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS). En esta serie de pruebas, los modelos evaluados fueron el Chevrolet Tahoe, el Ford Expedition y el Jeep Wagoneer, tres gigantes de la carretera que, según muchos, deberían ofrecer la máxima protección.
Sin embargo, los resultados obtenidos por el IIHS muestran una realidad diferente. Uno de los principales focos de preocupación es la prueba de choque frontal con pequeña superposición, una colisión donde solo una pequeña parte del vehículo impacta contra un objeto fijo. En esta evaluación, el Wagoneer se destacó con una calificación buena, indicando solo una intrusión menor en el espacio de los pies del conductor y del pasajero delantero, con un riesgo moderado de lesiones en el pie y tobillo izquierdo del conductor.
¿Cómo le fue al resto de las SUV en las pruebas?
El Tahoe obtuvo una calificación aceptable debido a la deformación significativa de la cabina hacia adentro, lo que aumenta el riesgo de lesiones en la parte inferior de la pierna del conductor y un alto riesgo de lesiones en el pie derecho del pasajero. En el caso de la Expedition, la situación fue peor, con una calificación marginal. La intrusión en la cabina fue extensa, afectando tanto al conductor como al pasajero, con un riesgo considerable de lesiones en las piernas del conductor.
El IIHS también actualizó su prueba de choque de superposición moderada para incluir métricas para los pasajeros de la segunda fila. Ninguno de los tres SUV obtuvo una buena calificación en esta prueba. Tanto el Wagoneer como la Expedition recibieron calificaciones marginales debido al «riesgo bastante alto de lesiones en el pecho» que presentaron los maniquíes de prueba, consecuencia de las fuerzas del cinturón de seguridad. En el caso del Tahoe, los resultados fueron aún más desalentadores, mostrando un alto riesgo de lesiones en la cabeza y el cuello de los pasajeros de la segunda fila.
¿Qué otros problemas presentaron estos SUV?

Los problemas de seguridad no se limitaron a las pruebas de choque. El IIHS otorgó una calificación baja a los faros del Chevrolet Tahoe debido al deslumbramiento excesivo hacia otros conductores y la insuficiente visibilidad de las luces bajas en el lado derecho del vehículo. Este problema contribuyó a que este modelo obtuviera una calificación marginal en la prueba de seguridad para peatones. Durante las pruebas diurnas, el sistema de frenado automático del Tahoe funcionó correctamente, pero en condiciones de poca luz, el SUV no logró reducir la velocidad ni evitar un impacto con una persona simulada.
«Estos resultados desalentadores muestran que algunos vehículos populares todavía están rezagados en el cumplimiento de los estándares de seguridad más avanzados», declaró Raúl Arbelaez, vicepresidente del Centro de Investigación de Vehículos del IIHS. Según Arbelaez, aunque los resultados actuales son preocupantes, la buena noticia es que los fabricantes de automóviles tienen la capacidad de abordar estos problemas. El desempeño del Wagoneer, aunque no perfecto, demuestra que es posible alcanzar un nivel de seguridad más alto en esta clase de vehículos.