La Super Bowl es mucho más que un partido de fútbol americano. Es un espectáculo global que reúne a millones de espectadores, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, y que genera una enorme expectación por lo que ocurre dentro y fuera del campo.
Uno de los elementos más atractivos y rentables de la Super Bowl es la publicidad, que se ha convertido en una plataforma privilegiada para que las marcas más importantes del mundo muestren sus productos, servicios y mensajes a una audiencia masiva y diversa.
El mundo del motor no es ajeno a esta posibilidad y las grandes marcas llegan a pagar cifras astronómicas si se tiene en cuenta la duración de cualquiera de los anuncios creados en sus ediciones. Vemos hoy la fortuna que marcas como BMW, Hyundai, Kia o Volkswagen, van a cotizar por ocupar los espacios publicitarios mas potentes.
2La plataforma global y directa
La razón de este elevado precio es la enorme audiencia que tiene la Super Bowl, que se estima que superó los 120 millones de espectadores en 2023, solo en Estados Unidos. A esto hay que sumar los millones de personas que siguieron el evento por internet o por otros medios en el resto del mundo.
Además, la Super Bowl es uno de los pocos programas que se ven en directo y que generan una gran interacción en las redes sociales, lo que aumenta el impacto y el recuerdo de los anuncios. Por otro lado, la Super Bowl es una oportunidad única para que las marcas se asocien con valores positivos como el entretenimiento, la emoción, la competencia y el triunfo, y para que se diferencien de sus competidores.
