Es obligatorio que los niños viajen en el coche sentados en un sistema de retención adecuado a su peso y altura, pero elegir el más adecuado no siempre resulta fácil. Además de analizar las muchas opciones de sillas infantiles que ofrece el mercado hay que tener en cuenta algo primordial: la seguridad. Y a esto se suma el hecho de que, a partir de septiembre, cambia la normativa y solo podrán comercializarse sistemas de retención infantil homologados i-Size. Algo que habrá que tener en cuenta a la hora de comprar.
Los antiguos sistemas con la homologación R44/04 dejarán de venderse en septiembre de 2024. La homologación i-Size ofrece mayor seguridad de protección, ya que las sillas infantiles se someten a pruebas más exigentes. La nueva norma incluye, por ejemplo, pruebas de impacto lateral para reforzar su seguridad y los ‘dummies’ que se utilizan para los choques tienen más sensores que los empleados anteriormente.
Sillas infantiles: una buena elección
Para ayudar a los compradores a hacer una buena elección, la Fundación Race ha participado en un estudio en el que se han comparado 20 modelos de sillas infantiles con homologación i-Size. Es el primero que se realiza con este tipo de sistemas de retención y en el mismo se valora la seguridad, el uso, la ergonomía y el contenido de sustancias tóxicas de las diferentes sillas infantiles.
En nuestro país, la normativa establece que los niños hasta alcanzar los 135 cm de estatura viajen en una silla infantil adecuada a su talla y peso debidamente homologada de acuerdo con la normativa europea. A la hora de comprar debemos asegurarnos de adquirir una silla infantil que está homologada correctamente, ya que de lo contrario puede que no ofrezca las garantías de seguridad adecuadas para proteger al niño. Además, si un agente de Tráfico inspecciona el dispositivo de retención y corrobora que no cuenta con la debida homologación nos pueden sancionar con una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carné.
En el ensayo de la Fundación RACE se probaron 20 modelos i-Size de diferentes tamaños. De las sillas que se sometieron a la prueba, 11 obtuvieron una calificación 4 estrellas y ocho modelos se calificaron con 3 estrellas. Una de las sillas infantiles, la Besafe iZi Twist M, obtiene solo una estrella porque el análisis ha detectado que “el material de la funda de la silla está contaminado con naftalina, una sustancia sospechosa de ser nociva”.
Los consejos del RACE para comprar una silla infantil
La Fundación RACE recomienda informarse sobre la gama de sillas infantiles antes de comprar y si el sistema de retención que quieren comprar puede instalarse en el vehículo. Además, aconsejan que la compra se haga llevando el vehículo a la tienda para poder probar los diferentes modelos disponibles.
- La silla infantil debe poder instalarse en el vehículo de la forma más estable y segura posible, según las indicaciones del fabricante.
- Para garantizar una sujeción óptima, asegúrese de que los cinturones estén lo más rectos posible y no se doblen.
- En el caso de los asientos elevadores con respaldo, es posible que a veces el cinturón de hombro se atasque en la guía de la silla infantil y no se retraiga de forma independiente después de que el niño se haya inclinado hacia adelante. Si este es el caso, debería probar una silla infantil en la que la guía del cinturón superior se adapte mejor a la geometría del asiento y del cinturón del vehículo.
- Si la silla infantil tiene que instalarse y retirarse con frecuencia, o si tiene un vehículo de dos puertas (por ejemplo, un descapotable), el elevado peso y las grandes dimensiones de la silla infantil son especialmente negativos. Las sillas infantiles de dos piezas (compuestas por la estructura de la silla y una base Isofix) cuentan con ventaja en términos de instalación, pero no pueden girarse lateralmente para facilitar la colocación y sujeción de los niños más pequeños.
- Las sillas para niños de 1 a 12 años suelen pesar más que los modelos que se utilizan para niños de entre 4 y 12 años. Cuando se cambia de vehículo con frecuencia (los niños mayores suelen ir con amigos o con sus abuelos) una silla más ligera supone una ventaja. Por tanto, las ventajas de un uso más prolongado deben sopesarse frente a las desventajas en el manejo.
