La sabiduría popular está llena de teorías sobre el momento ideal para repostar combustible, pero no todas tienen fundamento. Entre consejos contradictorios y trucos curiosos, una voz experta emerge con una recomendación clara y sencilla: mantener el depósito siempre por encima de la mitad.
La afirmación viene de Joseba Barrenengoa, CEO y fundador de Easygas, empresa que gestiona casi 20 estaciones de servicio en España. Su explicación no solo tiene sentido, sino que también podría ahorrar más de un disgusto a los conductores.
1El problema del aire en el depósito
Cuando el depósito de combustible está medio vacío o casi seco, la parte vacía se llena de aire. Un aire que, especialmente en condiciones de humedad, puede provocar condensación de agua dentro del tanque. ¿El problema? Que el agua y el combustible no se mezclan bien, y esa humedad puede convertirse en un enemigo silencioso para el motor.
El agua condensada puede favorecer que las piezas metálicas del motor se oxiden. Con el tiempo, ese desgaste puede llevar a averías costosas y una menor vida útil del vehículo. Manteniendo el depósito lleno, se reduce la cantidad de aire y, por tanto, la posibilidad de que se forme agua en su interior. Un detalle simple, pero que puede ser crucial en el rendimiento y el cuidado del motor.
