La Dirección General de Tráfico (DGT) ha querido recordar a los conductores que el uso de detectores de radares en los vehículos está terminantemente prohibido. Estos dispositivos, que utilizan un sistema de detección en tiempo real para identificar la presencia de radares fijos, móviles o de tramo, alertan a los conductores con anticipación para que reduzcan la velocidad y eviten sanciones.
Tras la última reforma del código de circulación, portar este tipo de aparatos en el coche está tajantemente prohibido. Si un agente descubre que llevas uno en el coche, aunque no esté activado, te puede multar con 500 euros.
4Estos aparatos son un peligro para la seguridad vial
La DGT insiste en que llevar un detector de radares en el vehículo es ilegal y está sujeto a sanciones severas. En lugar de confiar en estos dispositivos, es importante que los conductores respeten los límites de velocidad y se mantengan informados sobre la normativa y los controles de velocidad existentes. La seguridad vial debe ser una prioridad para todos, y es responsabilidad de cada conductor contribuir a un entorno vial más seguro y respetuoso.
Las consecuencias de utilizar detectores de radares van más allá de las sanciones económicas y la pérdida de puntos en el carnet de conducir. Estos dispositivos pueden generar una falsa sensación de seguridad en los conductores, quienes podrían confiar en ellos y descuidar la atención necesaria en la conducción. Al estar pendientes de las alertas del detector, podrían distraerse de la vía y aumentar el riesgo de sufrir un accidente. Además, la utilización de detectores de radares puede incentivar comportamientos peligrosos, como el exceso de velocidad entre los puntos de detección o maniobras bruscas para evitar ser captados por los radares.
