La imagen es más común de lo que pensamos: tras una tormenta, bajas al garaje y descubres tu coche con agua hasta las ruedas, o peor aún, con el motor completamente anegado. En ese momento la pregunta es inevitable: ¿responderá tu seguro o tendrás que asumir los daños de tu bolsillo?
Las inundaciones en garajes particulares o comunitarios no solo son un quebradero de cabeza por las reparaciones, sino que también abren un laberinto de cláusulas, exclusiones y responsabilidades compartidas. La clave está en el tipo de póliza de seguro que tengas contratada y en cómo se haya producido el siniestro.
6¿Cómo protegerte antes de que ocurra?
La mejor defensa es la prevención. Antes de contratar un seguro, revisa si incluye cobertura frente a fenómenos naturales y qué límites establece. Algunas compañías ofrecen ampliaciones específicas para daños por agua que pueden ser decisivas. Pregunta también siempre por las exclusiones: ahí es donde se esconde la diferencia entre estar tranquilo o quedarte desamparado.
Por último, si aparcas habitualmente en garajes subterráneos en zonas propensas a inundaciones, plantéate la inversión en un seguro a todo riesgo, aunque implique una prima más alta. Puede parecer un gasto innecesario, pero reparar un coche dañado por agua suele superar con creces el coste anual de la póliza. En cuestiones de seguro, más vale prevenir que lamentar.
