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La segunda vida del 'Scarabée d'Or' de Citroën

El espíritu aventurero de Citroën a lo largo de su centenaria historia se ha plasmado en un puñado de modelos que se han convertido en leyendas. Y entre ellos, sin duda, hay un hito recordado por todos los seguidores de la marca francesa: la travesía del desierto del Sahara en 1922. Para esa aventura la marca de los chevrones creó un vehículo muy especial, este autocadenas que bautizó como 'Scarabee d'Or' (Escarabajo de Oro).

Con este auténtico 'todoterreno' y en una expedición en la que participó el propio André Citroën, cuatro unidades de este modelo recorrieron en 21 días el desierto del Sahara entre Touggourt y Tombuctú. En total más de 3.200 kilómetros de travesía entre el 21 de diciembre de 1922 y el 7 de enero de 1923. Con esta expedición la marca francesa demostró un carácter explorador que luego se vería reflejado en nuevas expediciones, el famoso Crucero Negro en África y el Crucero Amarillo que unió Beirut y Pekín.

Tres años de trabajo

Pero el inicio de todo fue con este vehículo, el B2 Type HP modelo K1. Y para honrarlo y celebrar el centenario de la marca, Citroën se embarcó en un proyecto pedagógico, hace tres años, para reconstruir uno de aquellos pioneros que cruzaron el desierto africano.

La marca francesa prestó una de aquellas unidades para que un grupo de estudiantes de la Escuela Superior de Artes y Oficios y del Liceo de Artes y Oficios del Automóvil pudiera crear una réplica exacta del coche. Los trabajos comenzarón en septiembre de 2016 y acaban de concluir con la presentación del resultado final hace unos días en el Museo de Artes y Oficios de París. Aunque por delante aún tendrá muchos momentos para ser admirado; pues esta obra participará en junio en las celebraciones del Centenario de Citroën y en otro gran acto conmemorativo conocido como el Encuentro del Siglo, que se celebrará entre el 19 y el 21 de julio en París.

Una demostración más del espíritu intrépido de la marca francesa que resalta Linda Jackson, directora general de Citroën: «En este año del centenario de Citroën, la reconstrucción del Scarabée d'Or adquiere una dimensión muy especial. Es un proyecto como los que le gustaban a André Citroën. Estamos orgullosos de haber apoyado y participado en esta nueva aventura, un proyecto pedagógico que presenta hoy una réplica perfecta del autocadenas original. Cien años separan a quienes desarrollaron estos dos vehículos, pero les une la misma pasión».