En pleno verano, no hay sensación más desagradable que subirse a un coche que ha estado bajo el sol durante horas. La temperatura en el interior del vehículo puede superar fácilmente los 50 grados, haciendo que tanto el asiento como el volante se sientan como planchas ardientes. Es un momento en el que muchos conductores bajan las ventanillas con desesperación y encienden el aire acondicionado, esperando un alivio que nunca llega tan rápido como desearían.
Sin embargo, existe un truco sencillo y efectivo para reducir drásticamente la temperatura de tu automóvil en tan solo 20 segundos. Esto va más allá de dejar el vehículo en la sombra o en zonas en donde los rayos UV no le den de forma directa. Es una manera de solucionar el problema de un habitáculo convertido en un infierno y todo en menos de 20 segundos.
¿Cuál es el secreto para bajar la temperatura en el interior de tu coche?

Existe una manera de hacerlo y se llama el «truco del abanico», una técnica sencilla pero sorprendentemente eficaz que fue popularizada por un profesor japonés. El truco consiste en bajar completamente la ventanilla del pasajero delantero, mientras que las demás se mantienen cerradas. Luego, desde fuera del coche, debes abrir y cerrar enérgicamente la puerta del conductor unas cinco veces.
Este movimiento crea un efecto de succión que expulsa rápidamente el aire caliente del interior, reemplazándolo con aire más fresco que entra por la ventanilla abierta. En solo 20 segundos, puedes lograr una reducción de hasta 10 grados en la temperatura del coche, lo que puede marcar una gran diferencia en tu confort. Una vez que hayas enfriado lo suficiente con este método, es el momento de encender el aire acondicionado o climatizador. Para maximizar su eficiencia, asegúrate de subir todas las ventanillas y activar la recirculación del aire durante los primeros minutos.
Otros secretos para evitar el interior del coche a 50 grados

Otro método para minimizar el calor acumulado en el coche es dejar las ventanillas ligeramente abiertas, aproximadamente unos cinco centímetros. Esto permite que el aire caliente circule y se escape, en lugar de quedar atrapado en el interior del vehículo. Aunque es una técnica que no siempre es viable en zonas urbanas por razones de seguridad, es especialmente útil en pueblos pequeños o zonas rurales de España donde el riesgo de que alguien intente acceder al automóvil es mínimo.
El uso de parasoles es otra estrategia eficaz para mantener el interior más fresco. Un estudio realizado por el RACC en 2022 comparó dos coches similares aparcados al sol durante una hora, uno con parasol y otro sin él. Los resultados mostraron que el sin parasol alcanzó temperaturas interiores de hasta 43 grados, mientras que el otro con parasol se mantuvo a 32 grados. Las diferencias son notables y, aunque no eliminan por completo el problema del calor, ayudan a reducir la temperatura inicial dentro del vehículo