Corría el año 1983 cuando el piloto australiano Vern Schuppan conseguía saborear las mieles de una victoria en las legendarias 24 Horas de Le Mans junto a la ayuda de sus compañeros Hurley Haywood y Al Holbert, pero también con el respaldo del equipo Rothmans Porsche. Para celebrarlo, al piloto australiano no se le ocurrió otra cosa que ponerse manos a la obra en confeccionar un superdeportivo al que dio su apellido, pero que no tuvo el éxito que esperaba.
Para el nacimiento de este impresionante Schuppan 962CR, el piloto australiano tuvo el respaldo de la compañía japonesa Art Sports, quien puso todos sus conocimientos para convertir un impresionante Porsche 962 de competición en una criatura que se pudiera conducir por cualquier carretera. Algo así como lo que hoy día hacen los chicos de Lanzante con bólidos diseñados originalmente para circuito. Pero 30 años antes.
De este Schuppan 962CR querían fabricar 50 unidades
El nacer sobre la base de un Porsche 962 le permitía a este Schuppan 962CR utilizar como base un chasis monocasco de fibra de carbono. Y sí, estamos hablando de un vehículo que nació en el año 1992. Además, en posición central es donde se colocaba un sensacional motor 3.4 Bóxer con seis cilindros y dos turbocompresores que según apuntan, ofrecía una potencia superior a los 600 CV. Y ten en cuenta que hablamos de un motor de tipo ‘aircooled’ que estaba refrigerado por aire.
Para dar vida a este Schuppan 962CR, el piloto australiano no escatimó en gastos, porque ese motor estaba diseñado por el mismísimo ingeniero Hans Mezger y construido por la compañía americana Andial. Esas cifras eran canalizadas exclusivamente hacia sus dos ruedas traseras por medio de un cambio manual de 5 velocidades heredado del mundo de la competición. De donde también provenían otros componentes como los frenos, las suspensiones… Todo lo necesario para domar una fiera que podía alcanzar una velocidad punta superior a los 370 km/h, dejando en evidencia a maravillas como los Bugatti EB110 o Jaguar XJ220.
Esta maravilla va a ser subastada por Mecum Auctions
La compañía fundada por el piloto australianos tenía como objetivo llegar a construir 50 unidades de este sensacional Schuppan 962CR. Cifra que era de obligado cumplimiento para poder homologarlo con el objetivo de competir en las 24 Horas de Le Mans. Desafortunadamente la economía de Japón colapsó en el año 1992 y Schuppan perdió el apoyo de su principal respaldo financiero, Art Sports, quien cesó de inmediato la producción de estos vehículos. Si bien, se llegaron a ensamblar dos prototipos LM para pista, un LM de producción, dos prototipos CR y dos vehículos CR de calle, de los cuales, este que tienes delante de tus ojos es el último.
Schuppan acabó vendiendo este 962CR a su vecino, quien lo tuvo en su poder cerca de 30 años. A lo largo de todos estos años, semejante maravilla de la ingeniería ha sido actualizado con la introducción de un nuevo sistema de gestión para el motor firmado por MoTec. Pero también luce un volante plegable para facilitar el acceso, ventanas laterales de policarbonato, nuevos neumáticos… Y es que ha vivido como se merece durante todo este tiempo.
Este Schuppan 962CR fue el último de todos los fabricados
Es ahora cuando los especialistas de Mecum Auctions lo van a sacar a subasta en Monterey, acompañado de todos sus documentos originales, papeles de su primera matriculación en Gran Bretaña, una carta de declaración del Club Porsche de Gran Bretaña, un catálogo original, un certificado de autenticidad…
Este impresionante Schuppan 962CR conserva su aspecto original, con una carrocería que fue pintada en color negro, tono que también adquiere su minimalista habitáculo, que estaba concebido para disfrutar al máximo de la conducción. Por si no fuera suficiente, semejante criatura también se acompaña de un buen puñado de piezas de recambio, entre las que se encuentra un asiento extra para el conductor.
Mecum no da una estimación de esta máquina que costaba 200 millones de pesetas
Los chicos de Mecum Auctions no han realizado una estimación oficial sobre el precio que podría llegar a alcanzar este Schuppan 962CR en la próxima subasta. Pero no esperes a que sea una máquina barata, porque su exclusividad tendrá un precio, el cual además va a pulverizar la tarifa original. Todo ello teniendo en cuenta que en los años ’90 hacerse con esta maravilla tenía un precio de unos 200 millones de las antiguas pesetas. Alrededor de 1,2 millones de euros.