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La segunda generación del Rolls-Royce Ghost recibirá su primera renovación

No es habitual encontrar marcas de superlujo haciendo pruebas de sus nuevos modelos. Y cuando hablamos de superlujo nos referimos a ese pequeño grupo de fabricantes altamente exclusivos en la que la fabricación (o parte de ella) se realiza de manera artesanal; por ejemplo, Rolls-Royce, que está ultimando los detalles para renovar su modelo de acceso, el Ghost.

En efecto, el Ghost es el más ‘asequible’ de la gama del fabricante inglés, si bien hablamos de una berlina que mide 5,55 metros en su configuración normal y 5,72 en si tiene batalla alargada (Ghost Extended). Para hacernos una idea, un Audi A8 L mide 5,32 metros de longitud, lo mismo que los dos modelos más largos de Bentley, el Flying Spur y el Bentayga LWB.

Respecto al Ghost conviene contar que se trata de la segunda generación de un modelo nacido en el año 2009. Esta primera entrega estaba realizada sobre la plataforma del BMW Serie 7 de la generación F01 (entre 2008 y 2015) y equipaba un motor 6.6 V12 también procedente del fabricante alemán; el grupo BMW adquirió la división de automóviles de Rolls-Royce en 1998.

Rolls-Royce Ghost facelift 10

La segunda entrega llegó en 2020 con un diseño bastante similar, aunque totalmente renovado desde el punto de vista mecánico, pues abandonó la plataforma de BMW para adoptar la misma que en el Phantom y el Cullinan, denominada Architecture of Luxury. Asimismo, heredó el motor 6.7 V12 del sus hermanos y el sistema de tracción y dirección en las cuatro ruedas.

La segunda generación del Rolls-Royce Ghost recibirá una actualización

Ahora la marca asentada en Goodwood está en pleno desarrollo de la primera actualización de esta entrega. Entre las modificaciones del exterior se aprecian con claridad unos nuevos pilotos, que conservan la forma pero con una diferente distribución de las funciones. Las luces de posición y freno estás ahora formadas por dos lamas verticales, en vez de tener forma trapezoidal. En principio no se aprecian otras modificaciones relevantes, si bien el camuflaje presente en la frontal debe ocultar alguna novedad, presumiblemente en los faros.

Desde el punto de vista mecánico tampoco se esperan grandes novedades. Se mantendrá el motor 6.7 V12 con dos turbocompresores, que en el actual modelo desarrolla 571 CV y 850 Nm de par. A buen seguro se realizará una revisión exhaustiva para mejorar su eficiencia, pues pese a tratarse de un fabricante artesanal que vende un número muy limitado de unidades anuales, sus más de 15 litros cada 100 kilómetros de consumo mixto no están muy bien vistos hoy día.

Rolls-Royce Ghost facelift 15

Tampoco se pueden esperar milagros, ya que hablamos de un coche con unas dimensiones mastodónticas (5,50 metros de largo, más de 2,15 metros de ancho, casi 3,3 metros de batalla) cuyo peso en orden de marcha supera las 2,5 toneladas. A ello hay que sumar una aerodinámica no demasiado favorable.

Uno de los habitáculos más lujosos en los que podrías subirte

Aunque al propietario de un Rolls-Royce, sea un Ghost o cualquier otro modelo de la gama, estos asuntos banales del peso o el consumo le traen sin cuidado. Lo mismo que la potencia, pues al final jamás ocupará el asiento delantero izquierdo, sino que viajará en el trasero derecho. Por tanto, le importan aspectos como el cuero de los tapizados, que el color vaya a juego con su traje o el material de las alfombrillas. Y en este sentido, el fabricante inglés ofrece un catálogo infinito de posibilidades capaces de colmar las exigencias de los más sibaritas.

El precio tampoco es un tema que interese a sus potenciales clientes; de hecho, Rolls-Royce es bastante reacia a comunicar estas cifras, y alude a que cada unidad es exclusiva, pues está personalizada al gusto del cliente (aunque a veces lanzan ediciones especiales). Aun así, podemos afirmar que el coste de un Ghost ‘normal’ ronda los 400.000 euros. Por establecer una comparación, una de sus alternativas, el Mercedes-Maybach S 680, cuesta a partir de 273.373 euros. Su presentación se producirá antes de que acabe 2024.