El Rolls-Royce Panthom celebra este año su centenario y la marca ha buscado numerosas formas de homenajear al modelo que mejor encarna el máximo lujo y exclusividad de la firma británica. Un automóvil que, a lo largo de su historia, ha sido símbolo por excelencia de un estatus especial, que ha hecho que personalidades de todo el mundo se sintieran atraídas por él.
Para celebrar una onomástica tan redonda, Rolls-Royce está recordado las leyendas que han forjado la historia de este modelo, protagonizadas por algunos de los personajes más excéntricos que se han «cruzado» con este automóvil en sus cien años de vida.
Entre ellos se encuentra nuestro insigne pintor Salvador Dalí, que en 1955 llenó un Phantom con 500 kilogramos de coliflores antes de participar en una conferencia en La Sorbona parisina y, al llegar a la universidad, abrió las puertas del coche esparciendo las verduras en una suerte de performance que resultó ser la mejor publicidad para la marca.
El Rolls-Royce Pahntom de Keith Moon que se «bañó» en la piscina
Cien años dan para mucho y entre esas personalidades estrafalarias poseedoras de un Phantom se encuentra Keith Moon, batería de The Who, quien, según cuanta la leyenda, sumergió en 1972 su Rolls-Royce en la piscina del Holiday Inn en Flint, Michigan, para celebrar su 21 cumpleaños.
Aunque los relatos de lo que realmente sucedió esa noche difieren enormemente según a qué invitado le pregunten (algunos dicen que el coche era un Lincoln Continental y otros aseguran que no había ningún coche en la piscina), lo cierto es que Rolls-Royce ha dado crédito a la historia y ha recreado la suya propia para conmemorar los cien años del Phantom y su «conexión» con algunos de los músicos más célebres del siglo XX.
La marca británica ha reescrito la rocambolesca peripecia de Keith Moon sumergiendo un Phantom en una piscina. El lugar elegido fue el Tinside Lido en Plymouth, Inglaterra, un célebre conjunto art decó junto al Canal de la Mancha.
El Phantom de John Lennon
Vinculado a John Lennon, uno de los poseedores más famosos de un Phantom, el Lido sirvió de fondo para una fotografía de los Beatles tomada el 12 de septiembre de 1967 durante su visita mientras filmaban «The Magical Mystery Tour». Ese mismo año, Lennon presentó su Phantom V amarillo pintado a mano y adornado con paneles laterales de flores y el signo zodiacal del cantante.
Un Rolls-Royce que también tuvo su polémica porque, acostumbrados a la sobriedad clásica de este automóvil, no todos consideraron que pintar el Phantom de amarillo era un acierto y el escándalo llegó a tal punto que, cuando Lennon se encontraba circulando por la calle Piccadilly de Londres, una señora le gritó: «¡Cómo te atreves a hacerle eso a un Rolls-Royce!» antes de golpear la pintura del coche con su paraguas.
La historia ha demostrado después que la excentricidad de Lennon fue un acierto, ya que el coche se vendió en 1985 por 2.299.000 dólares, el precio más alto jamás alcanzado por un automóvil en una subasta hasta ese momento.
Y, volviendo a la historia de Keith Moon, tranquilizaremos a los fans de la marca, explicando que en la marca británica no se han «vuelto locos! y que lo que sumergieron en la piscina no era un auténtico Phantom, sino un prototipo de este automóvil destinado al reciclaje.
Más imágenes del rolls-Royce Phantom sumergido en una piscina
Fotos: Rolls-Royce
