En los últimos años, España ha visto un auge sin precedentes en la popularidad de los vehículos camper y autocaravanas. El crecimiento de esta forma de viajar ha llevado a un aumento en las conversiones de furgonetas a camper de bajo coste. Sin embargo, detrás de esta fiebre por la vida sobre ruedas, se esconden ciertos desafíos. Las transformaciones, aunque tentadoras por su precio más asequible, pueden presentar problemas cuando se trata de cumplir con las regulaciones para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En este artículo, exploramos los puntos críticos que responsables de la ITV identifican en los camper ‘low cost’, para ayudar a propietarios y futuros compradores antes de lanzarse a la aventura.
5El desafío constante de las emisiones contaminantes

Las emisiones contaminantes son otro de los puntos donde los camper ‘low cost’ suelen tener problemas durante la ITV. Estos vehículos, al derivar de furgonetas que pueden tener motores más antiguos o menos optimizados para la eficiencia, pueden tener dificultades para cumplir con los estándares actuales de emisiones. Esto es particularmente problemático en las zonas urbanas, donde las normativas son más estrictas.
La ITV realiza un control riguroso de las emisiones, y cualquier fallo en este apartado puede resultar en la no aprobación del vehículo. Los propietarios de un camper ‘low cost’ deben poner especial atención en el mantenimiento del motor y del sistema de escape, para asegurarse de que todo funcione correctamente y el vehículo podrá cumplir con los estándares de emisiones exigidos.