La controversia sobre el destino de este puente ha generado acaloradas discusiones entre los diferentes grupos políticos del Ayuntamiento de Madrid y los residentes locales. Mientras algunos abogan por su demolición para mitigar el supuesto «desequilibrio» y la «desprotección medioambiental» que su presencia implica, otros sostienen que la obra «no aporta ningún beneficio significativo».
En un reciente Pleno celebrado en el distrito de Puente de Vallecas, la propuesta fue aprobada con el respaldo del PSOE y Más Madrid, mientras que el PP y Vox se abstuvieron, aunque cabe destacar que esta decisión no es vinculante.
2Obras por valor de 100 millones de euros
Sin embargo, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha argumentado que la intervención «no justifica el gasto». Según ella, la demolición no proporcionaría un aumento significativo del espacio público y requeriría una inversión cercana a los 100 millones de euros, además de dos años de obras y la paralización del tráfico en la M-30. En su opinión, si la eliminación del «scalextric» no conlleva una mejora tangible del espacio urbano, no justifica el gasto significativo que implicaría.
En este contexto, el Ayuntamiento ha expresado su preocupación por el impacto social que tendría la eliminación del «scalextric». Se argumenta que esto podría resultar en un aislamiento de los residentes de Vallecas, generando una suerte de «gueto» urbano. Esta preocupación refleja una dimensión más amplia del debate, que va más allá de consideraciones puramente económicas o técnicas, abordando las implicaciones sociales y comunitarias de la decisión.
