El verano es época de vacaciones, de desplazamientos por las carreteras y de que la Dirección General de Tráfico (DGT) intensifique la vigilancia. Sabe que durante las vacaciones nos relajamos mucho más, bajamos la guardia y tendemos a cometer más infracciones. Por eso, han anunciado que van a intensificar los controles de velocidad en las carreteras durante los próximos días con radares móviles que se van a sumar a los fijos y a los de tramo.
Además, los precedentes nos demuestran que (nunca mejor dicho), van a volver a hacer su agosto. De hecho, en la campaña del año pasado controlaron cerca de 1 millón de vehículos y pusieron cerca de 70.000 sanciones por exceso de velocidad. La gran mayoría no eran infracciones muy graves, sino más bien pequeños descuidos.
La DGT ‘tira’ de los radares en verano

La velocidad sigue siendo una de las principales obsesiones de la DGT. (con razón). No solo por su efecto directo en los accidentes, sino porque suele ser un agravante en sus consecuencias. Por eso, cada verano, la DGT lanza campañas específicas como esta con el único objetivo de detectar y sancionar los excesos de velocidad, por pequeños que sean.
Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil van a desplegar nuevos radares móviles y camuflados por toda la red viaria española, con especial atención a las zonas más transitadas, como autopistas, carreteras secundarias, accesos a zonas costeras y travesías urbanas.
Los datos del año pasado reflejan un reparto casi idéntico entre las infracciones que se detectaron en autovías y en carreteras convencionales, lo que desmonta el mito que solo hay excesos de velocidad donde la DGT vigila menos. De hecho, muchos de los veloláser que utilizan se pueden colocar de forma discreta sobre trípodes, guardarraíles o incluso en vehículos aparcados, haciendo prácticamente imposible que los veas desde tu coche.
La campaña, eso sí, también deja espacio para sanciones más graves. El año pasado, 7 conductores fueron puestos a disposición judicial por superar en más de 80 km/h el límite legal, una infracción tipificada como delito en el artículo 379.1 del Código Penal.
¿Dónde y cómo te pueden sorprender en los próximos días?

Aunque los radares fijos deben estar debidamente señalizados —como obliga la normativa tras varias sentencias judiciales—, los radares móviles y portátiles no siguen esta norma. Para la DGT, la clave está en este factor sorpresa.
Este despliegue de la DGT se extiende a todo el territorio nacional (excepto las comunidades con competencias transferidas, como Cataluña, País Vasco y Navarra), y se reforzará en zonas especialmente sensibles, como tramos con alta siniestralidad, travesías, zonas costeras, accesos a playas y vías secundarias con alto volumen de tráfico.
En estos puntos, las distracciones y los descuidos por exceso de velocidad son habituales. Y por eso, más allá de los radares, esta campaña va a contar con la colaboración de policías locales, lo que permite que los controles lleguen también a entornos urbanos donde pensamos que hay menos vigilancia.
Las sanciones oscilan entre los 100 y los 600 euros de multa, con pérdida de hasta 6 puntos en el carnet, según la gravedad del exceso. En caso de sanciones penales, pueden aplicarse penas de cárcel o la retirada del permiso de conducción. De hecho, Tráfico recuerda que más del 24% de los siniestros mortales registrados en España el año pasado tuvieron como causa o agravante el exceso de velocidad.
Por eso, si vas a salir de viaje en los próximos días, te conviene saber dónde va a poner el foco la DGT, y recuerda que los excesos se pagan caros (y no solo por la multa).